En la madrugada de este 29 de julio, aproximadamente a la 1:00, 77 presos que estaban recluidos en el calabozo principal del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) en Maturín intentaron escapar, sin embargo, los guardias se percataron de la situación e impidieron la fuga.
Asimismo, los familiares de los reclusos informaron que trasladaron a 61 presos que se encontraban en uno de los tres calabozos más grandes del CICPC de Maturín a la sede de homicidios ubicada en la parroquia La Cruz de la ciudad, quedando solo 16 internos en ese lugar.
Además denunciaron que esta mañana al intentar llevarles comida, se encontraron con la sorpresa de que no se les permitía ingresar alimentos a los presos, lo cual interpretaron como una medida disciplinaria.
Yameli López, madre de uno de los reclusos, mencionó que después de insistir con los guardias, finalmente les permitieron pasar la comida, pero en bolsas para prevenir incidentes.
«Queremos saber en qué condiciones se encuentran los 16 jóvenes que quedaron en el calabozo, ya que los funcionarios mencionan que están heridos y muchos presentan heridas sangrantes, pero no nos informan sobre su estado real», resaltaron.
López, indicó que según los funcionarios, los presos agredieron a los guardias, información que ellos no confirman y que por la situación acudieron representantes de la Defensoría del Pueblo y el Palacio de Justicia.
Denuncian maltratos físicos de los reos
«Agradecemos que nos permitieran pasar la comida y el agua, aunque sea en bolsas, pero necesitamos conocer la situación exacta de nuestros jóvenes. Hacemos un llamado a la Fiscalía Penitenciaria para que visite el CICPC y verifique el estado de nuestros hijos, ya que ustedes son quienes pueden garantizar su bienestar», afirmó López.
López también expresó su agradecimiento por el apoyo brindado por los funcionarios del CICPC a las familias y aseguró que no tienen nada en contra de ellos. Sin embargo, denunció que tras acudir al hospital, descubrieron signos de golpes en los reclusos.
«Nos habían asegurado que ninguno había sido golpeado. José Torres, uno de los presos, fue brutalmente agredido y después de llevarlo al hospital para ser examinado, lo devolvieron al CICPC», afirmó Yameli con lágrimas en los ojos.
Fotos/Osmel Rodríguez
