
En esta fecha, Venezuela conmemora el 97º aniversario del natalicio de Simón Díaz, el icónico músico y compositor cariñosamente conocido como «Tío Simón». Su legado, anclado en el rescate de la tonada venezolana, se mantiene vivo como un pilar de la identidad cultural del país, a través de versos que enaltecen la vida del llano y la sensibilidad humana.
Un Ícono de la identidad venezolana
Nacido el 8 de agosto de 1928 en el pueblo de Barbacoas, estado Aragua, Simón Díaz se convirtió en una figura multifacética en la memoria colectiva del país.
Más allá de su prolífica carrera musical, fue un reconocido personaje televisivo, actor de cine y poeta, cuya obra está profundamente influenciada por los versos de su madre, María Márquez de Díaz. Ella, sin formación académica, le sembró la pasión por la poesía y el canto tradicional.
Su camino artístico no fue lineal. Tras trabajar como cantante en orquestas y en la banca, encontró su verdadera vocación al estudiar en la Escuela Superior de Música José Ángel Lamas. Fue allí donde comenzó a cuestionar la modernidad y su impacto en la tradición llanera, decidiendo dedicar su vida a preservar la oralidad del llanero.
Su legado discográfico
A principios de los años 60, Tío Simón inició su trabajo de rescate del canto tradicional, colaborando con figuras como el compositor Hugo Blanco. Su álbum «Tonadas», publicado en 1974, marcó un punto de inflexión en su carrera, consolidándolo como solista y maestro del género.
A lo largo de más de 50 discos, canciones como la famosa «Tonada de luna llena», inspirada en la poesía de su madre, se convirtieron en himnos que elevaron la raíz venezolana a un estatus universal.

El legado musical de Simón Díaz, quien partió físicamente en 2014, no solo es un invaluable trabajo de investigación, sino también una obra que enseñó a toda una nación a valorar sus orígenes y la belleza del llano a través de una poesía sencilla y profunda.
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