«Por supuesto que vamos a respaldar siempre al presidente de la República y eso no quiere decir que cambien las relaciones con Estados Unidos y Canadá, pero sí es importante que las y los embajadores de estos países (sepan) que hay temas que corresponden exclusivamente a las y los mexicanos».
Así se expresó la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, en una conferencia de prensa, como reacción a las declaraciones de López Obrador sobre una «pausa» en su relación con las embajadas de ambos países.
La futura mandataria enfatizó que temas como la conformación del Poder Judicial deben discutirse de manera interna por lo que, aseguró, «el presidente tiene su razón para tomar esta decisión».
No obstante, Sheinbaum dijo que no será hasta que tome posesión como presidenta constitucional, el próximo 1 de octubre, cuando defina su postura en la relación con Estados Unidos y Canadá. «Nosotros podemos responder a partir del 1 de octubre, cuando entremos a la presidencia», aseveró.
Reconoció que ha tenido un par de reuniones con el embajador Salazar, una de ellas cuando acudieron legisladores estadounidenses a México y la otra cuando visitó el país Elizabeth Sherwood-Randall, asesora de Seguridad Nacional del Gobierno de Joe Biden.
«Preocupaciones» de EE. UU. y Canadá
El jueves pasado Salazar alertó de que la reforma judicial del Gobierno pondría en «riesgo» la democracia en México y «amenazaría» la relación comercial con Estados Unidos, que «depende de la confianza de los inversores en el marco legal de México».
Ese mismo día, Clark informó a la agencia de noticias EFE de «preocupaciones” de inversionistas ante la reforma, que se aprobaría en septiembre, cuando la alianza de partidos de López Obrador tenga la mayoría necesaria, de dos tercios del Congreso, para modificar la Constitución.
En particular, podrían «facilitar que los cárteles y otros malos actores se aprovechen de jueces políticamente motivados e inexpertos«, dijo Salazar.
«Mis inversores están preocupados, quieren estabilidad, quieren un sistema judicial que funcione si hay problemas», dijo por su parte Graeme Clark, el embajador de Canadá, también miembro del importante acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y México.
«Pausa» con embajadores, no con Gobiernos
Las declaraciones de Salazar irritaron especialmente al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien anunció este martes una «pausa» en su relación con las embajadas de Estados Unidos y Canadá.
AMLO aclaró, sin embargo, que la «pausa» es solo con los embajadores pero no afectará a las relaciones con los Gobiernos norteamericanos.
«La relación continúa, pero ojalá y haya de parte de ellos una ratificación de que van a ser respetuosos de la independencia de México, de la soberanía de nuestro país, pero mientras no haya eso y sigan con esa política, hay pausa», declaró el mandatario en su conferencia matutina.
No es la primera «pausa»
De aprobarse la reforma, los mexicanos irían a las urnas a partir de 2025 para elegir a jueces, magistrados y a los ministros de la Suprema Corte, mientras que en 2026 el país afrontará la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que pide seguridad jurídica para las inversiones.
Todo esto ocurre días después de que López Obrador dijera que su Gobierno había enviado una nota diplomática a Washington para protestar por sus declaraciones «intervencionistas» sobre el asunto.
Esta no es la primera vez que López Obrador «pausa” una relación bilateral, pues en 2022 anunció «una pausa” con España, que en términos prácticos no se tradujo en acciones diplomáticas.
Vía Globovisión.