La victoria de Bolivia ante Venezuela por 4-0 ha resonado con fuerza tras disputarse la séptima jornada de las Eliminatorias Sudamericanas. En lo que parecía un encuentro desigual por el rendimiento con el que llegaba cada selección, el escenario en el que disputaron ambos países el partido acabó siendo de gran relevancia para que este abultado resultado se plasmara en el marcador.
El cambio por parte de La Verde de lugar para jugar las Eliminatorias, pasando de los 3600 metros de altura respecto al nivel del mar del Hernando Siles a los más de 4000 metros de ‘El Alto’, han supuesto de nuevo un tema de debate después de lo sucedido en el partido.
Bolivia, que siempre hizo notar la altura ante sus rivales cuando ejercía como local, tuvo el visto bueno de la Conmebol para incrementar este aspecto a su favor con el cambio. Un aumento de 550 metros que pueden ser trascendentales en cada enfrentamiento que aborden en el futuro. La idea era clara, cambiar la dinámica y conseguir victorias.
No obstante, no todo es positivo en este segundo triunfo conseguido por La Verde en las Eliminatorias. La los 4150 metros a los que disputó el partido ante la Vinotinto en el “estadio más alto del mundo” abren también una queja que podría llegar a la FIFA, y es las condiciones a las que se tienen que aclimatar los futbolistas en estos encuentros internacionales.
En particular, la salud de los jugadores es lo que más preocupa en la disputa de los partidos de este tipo. Alí Cañas, ex jugador y ex ayudante de Venezuela, ha sido uno de los que ha alzado la voz para quejarse de este aspecto. “Por un tema médico no se puede jugar a tanta altura, en cualquier momento puede suceder algo malo a un jugador y lo estaremos lamentando”, expresó a El Deportivo.
Tanto a nivel de clubes como en enfrentamientos de selecciones, se ha podido comprobar que la altura a la que se juega en Bolivia supone un hándicap para los jugadores que no están habituados al contexto. Algo que se ha reflejado con el uso de mascarillas de oxígeno en más de una ocasión, y que también afecta a la fluidez del fútbol debido a la necesidad de medir muy bien todo tipo de esfuerzo.
Con la discusión abierta y el foco en los jugadores, el ojo del huracán también se coloca sobre Bolivia. La Verde será mirada con lupa en sus partidos fuera de casa, para así poder ver más todavía el rendimiento que tienen en casa y lejos de ella.
Con información de As