Los manifestantes exigen la renuncia de Boluarte y el cierre del Congreso
El Gobierno de Perú declaró este domingo el toque de queda nocturno durante cinco días en la provincia de Huamanga, en la región de Ayacucho, tras las protestas y movilizaciones que esta semana dejaron nueve personas muertas en enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad en esa localidad.
La medida, que fue refrendada mediante un decreto publicado en un boletín extraordinario de normas legales, ordenó la «inmovilización social obligatoria» en Huamanga entre las 18.00 hora local (23.00 GMT) y las 04.00 hora local (9.00 GMT) del día siguiente.
Señaló, sin embargo, que en el horario establecido «las personas pueden circular» para comprar alimentos, las farmacias atender al público, el libre tránsito de la prensa debidamente acreditada y el desplazamiento de vehículos y peatones que requieran de una atención médica de urgencia o adquirir medicamentos.
El decreto fue firmado por la presidenta Dina Boluarte; el primer ministro, Pedro Angulo; y los ministros de Defensa, Luis Otárola; Interior, César Cervantes, y de Justicia, José Tello.
De esa manera, Huamanga se suma a la medida del toque de queda nocturno que el Gobierno ya ordenó el pasado jueves en otras 15 provincias de 8 de los 24 departamentos que tiene el país.
El Gobierno de la presidenta Dina Boluarte decretó el miércoles pasado el estado de emergencia a nivel nacional por 30 días para intentar controlar los actos de vandalismo y violencia cometidos en las manifestaciones de protesta en su contra.
Durante el estado de emergencia, quedan suspendidos los derechos constitucionales relativos a la inviolabilidad de domicilio, libertad de tránsito por el territorio nacional, libertad de reunión y libertad y seguridad personales, detalló en su segundo artículo.
Este sábado, al menos cuatro de los nueve fallecidos en los enfrentamientos que se produjeron el jueves en Ayacucho fueron enterrados, mientras las autoridades sanitarias trasladaron a Lima a siete heridos y afectados durante el estallido de violencia en esa localidad.
El jueves una manifestación desencadenó en actos vandálicos y el intento de ocupar el aeropuerto regional, que fue repelido por policías y militares con armas de fuego, lo que dejó nueve muertos, tras el fallecimiento este sábado de otro de los heridos.
Las protestas comenzaron el pasado 7 de diciembre en varias regiones de Perú, sobre todo en Lima y el sur andino, luego de que el Congreso destituyera a Pedro Castillo de la Presidencia del país tras intentar dar un golpe de Estado.
Los manifestantes exigen la renuncia de Boluarte y el cierre del Congreso, así como la convocatoria a elecciones generales y a una asamblea constituyente.
Las cifras oficiales indican que hasta el momento han muerto 23 personas en diferentes zonas del país, mientras que el Ministerio de Salud informó que otras 77 personas permanecen hospitalizadas por los enfrentamientos, 29 de ellas en Ayacucho, 17 en Junín, 12 en La Libertad, 7 en Arequipa, 6 en Lima, 5 en Apurímac y 1 en Huancavelica.
Con información de El Universal