La instancia arranca con presencia en Caracas y otros cuatro estados de Venezuela
Un grupo de activistas LGBTI de Venezuela creará una federación en la que varias organizaciones trabajarán de forma conjunta contra la discriminación que sufre este colectivo en el país, uno de los más atrasados de Latinoamérica en esta materia.
«Nuestro objetivo principal es consolidar un espacio de articulación democrática que promueva la participación activa de las juventudes, (…) entendiendo que las personas LGBTI somos muchas y estamos en todo el país», indicó la agrupación a través de Twitter.
Seis organizaciones de derechos humanos, prosiguió la nueva Federación Juvenil LGBTIQ+, decidieron unirse en pro de «un proceso de resistencia y reconstrucción», partiendo del hecho de que el colectivo sufre «discriminación, abusos, violencias y desigualdades».
La instancia arranca con presencia en Caracas y otros cuatro estados de Venezuela y con la vista puesta en «forjar un nuevo pacto generacional en la lucha» por derechos, «visibilizar el panorama de violencias y discriminaciones» y «demostrar el impacto diferenciado» de la crisis económica en personas LGBTI.
Asimismo, buscan «incidir ante el Estado para la promoción de políticas públicas con enfoque de diversidad», una tarea que, según explicó a EFE el activista Yendri Velásquez, es necesaria llevarla también ante instituciones privadas, asociaciones, embajadas, agencias de Naciones Unidas y otras entidades.
«Vamos por un 2023 de mayor articulación y mayor fuerza en la calle. La federación es un espacio plural, diverso y democrático con el que vamos a poder unificar esfuerzos y encontrarnos para tener un mayor espacio de incidencia. Ante la inacción del Estado, vamos a requerir mayor solidaridad», explicó Velásquez.
En Venezuela, un hombre homosexual no puede donar sangre, una mujer trans está condenada a identificarse legalmente con un nombre que no la representa, parejas del mismo sexo no tienen derecho a casarse, entre otras prohibiciones que enfrenta este colectivo.
Además, en el último quinquenio se han registrado decenas de crímenes de odio contra esta población, algunos asesinatos entre ellos, mientras un sector político del país ha difundido mensajes en los medios de comunicación en los que aseguran que este colectivo es una amenaza para la familia y las buenas costumbres.
(EFE)