Unos 34 indígenas waraos del caserío de María López, en Guariquén, municipio Benítez, del estado Sucre, permanecen instalados en una especie de churuata en la dirección de Salud Ambiental, antigua Malariología, en Carúpano, luego de que decidieran trasladarse por su cuenta a la capital de Bermúdez por presentar síntomas y dolencias sospechosas de tuberculosis.
El cacique del poblado, Antonio García, explicó que ante la falta de atención de autoridades locales y del área de salud, decidieron trasladarse para que les den respuestas. “Nos vinimos para que nos atendieran, nos hagan exámenes, placas y pruebas de esputo. La sospecha es que sea tuberculosis”.
El vocero precisó que ya les hicieron pruebas de sangre y esputo y aguardan por los resultados. También les tomaron unas placas y esperan por un médico para que las revise.
Señaló que fue el ministerio de Pueblos Indígenas el que se hizo cargo del traslado y cree que pueden sumarse otros enfermos de los caseríos cercanos, quienes también requieren atención.
Necesidades
Dijo que aparte del tema salud, tienen otras urgencias como la provisión alimentaria y la cedulación, porque muchos no cuentan con identificación.
Luego de que se instalaron, comenzaron a ser atendidos por los órganos de salud; así como por los ministerios de Ecosocialismo, Cultura y Pueblos Indígenas.
Explicó que hicieron un gran esfuerzo en el traslado porque muchos tienen tos crónica, fiebre y dolores de cabeza, entre otros síntomas. “Teníamos tiempo convocando las instituciones para reunirnos y ver cómo podíamos llevar un equipo médico a Guariquén y no hemos podido. Por eso tomamos la iniciativa de venir hasta acá”.
Agregó que apenas llegaron y no saben cuándo se van, pero si requieren quedar bajo vigilancia epidemiológica u hospitalizados, piden que les acondicionen un sitio adecuado.
También dijo que van a requerir una buena alimentación para poder cumplir con un tratamiento asociado con la tuberculosis. “Hay que tener una buena alimentación”.
Vía | El Tiempo