Las manchas en el rostro son un problema común de la piel, y reconocer su tipo es esencial para tratarlas correctamente. Aquí te explicamos los cuatro tipos principales:
1. Manchas solares o léntigos solares
Estas manchas marrones o beige aparecen debido a la exposición prolongada al sol. Suelen manifestarse en áreas expuestas, como mejillas, frente y nariz. Son planas y de bordes bien definidos, apareciendo más frecuentemente en personas mayores o con piel clara. El uso diario de protector solar ayuda a prevenirlas.
2. Melasma
El melasma, también conocido como «paño», es común en mujeres y se relaciona con cambios hormonales, como el embarazo o el uso de anticonceptivos. Se caracteriza por manchas marrón claro o grisáceas que aparecen en las mejillas, la frente, el puente de la nariz o el labio superior. Estas manchas tienen formas irregulares y suelen agravarse con la exposición solar.
3. Manchas postinflamatorias
Estas manchas surgen como consecuencia de lesiones cutáneas previas, como el acné, cortes o quemaduras. Pueden ser rosadas, rojas, marrones o incluso moradas, dependiendo del tono de piel. A diferencia de otras manchas, tienden a desvanecerse con el tiempo, aunque pueden tardar meses o incluso años en desaparecer por completo.
4. Manchas por envejecimiento
Conocidas también como manchas de la edad, aparecen por el daño acumulado del sol y el envejecimiento natural de la piel. Suelen ser marrones, negras o grises, de tamaño variable, y aparecen en zonas expuestas como el rostro, manos y cuello.
Identificar el tipo de mancha en el rostro es clave para elegir el tratamiento adecuado. Usar protector solar diariamente, evitar la exposición prolongada al sol y consultar a un dermatólogo son pasos esenciales para prevenir y tratar las manchas de manera efectiva.
Vía 2001.