La caspa o desprendimiento precipitado de la piel que recubre el cráneo puede aparecer a cualquier edad, generalmente después de los 10 años. Aunque según conocedores de la materia, la frecuencia se incrementa durante la adolescencia, y se podría agudizarse entre los 30 y 40 años, hasta convertirse en un problema crónico.
Esta afectación que, según las estadísticas padece la mitad de la población del mundo, además de debilitar el cabello, proporciona una apariencia poco estética.
Causas de la caspa
Puede surgir como consecuencia de tener una piel irritada, grasosa o seca; o por sensibilidad a ciertos productos para el cuidado del cabello y hongos.
También puede manifestarse asociada a otros padecimientos de la piel como la psoriasis y el eczema. En estos casos el especialista en dermatología será quien determine el tratamiento e indicaciones que se deberán seguir para su control.
1. Vinagre de manzana: tiene propiedades antibacterianas y anti- fúngicas debido a su alta proporción de ácido acético.
Puedes mezclar un cuarto de taza de vinagre de manzana con media taza de agua y lo aplicas con suaves masajes en el cuero cabelludo. Esta sustancia elimina todas las células muertas y evita la formación de caspa.
2. Bicarbonato de sodio: resulta muy eficiente para controlar los hongos que causan la caspa.
Moja tu cabello y frota con bicarbonato tu cuero cabelludo, déjalo actuar de 10 a 15 minutos y enjuaga con abundante agua.
Si repites este proceso, tu cuero cabelludo empezará a producir sus aceites naturales evitando la aparición de resequedad o escamas.
3. Aceite de oliva: es muy efectivo en cabellos y cuero cabelludo secos en exceso, es un excelente hidratante.
Calienta un cuarto de taza de aceite de oliva hasta quedar tibio, masajea el cuero cabelludo con el producto, déjalo actuar por 30 minutos, con ayuda de un peine o cepillo retira las escamas y luego lava el cabello de forma habitual.
Vía Agencia.