Desde hace 15 días, los habitantes del sector El Zorro, en la parroquia Boquerón, de Maturín, se enfrentan a la falta de agua debido a que el suministro del pozo perforado de la comunidad llega con arenilla. Esta situación ha afectado aproximadamente a 500 personas, quienes han expresado su preocupación.
Mirian López, una de las perjudicadas, enfatizó que muchos vecinos se ven obligados a cargar agua desde otras comunidades, e incluso a comprarla para poder mantener el servicio en sus hogares.
“Le hago un llamado al señor gobernador para que se ocupe de esta problemática, ya que somos más de 500 personas perjudicadas. Muchos hemos tenido que ir a buscar agua en el sector La Sabanita, pero la mayoría de los que vivimos aquí somos adultos mayores y no podemos cargar cubos de agua”, destacó.
Pozos a punto del colapso
Además, López mencionó que en la zona carecen de cloacas, ya que muchos residentes se han visto obligados a construir pozos sépticos, sin embargo, solicitan a las autoridades el mantenimiento adecuado de estos pozos, pues, los olores son insoportables cada vez que los vecinos utilizan sus baños.
“Pedimos que envíen un camión de succión para desaguar los pozos sépticos, ya que están a punto de desbordarse. En mi casa, cuando bajo la tapa del inodoro, el mal olor sale por todas partes y estamos en riesgo de enfermarnos por esta situación”, comentó.
Fallas en el servicio de aseo urbano
Asimismo, hizo un llamado a la alcaldesa del municipio, Ana Fuentes, respecto a la recolección de basura. Debido a las fallas en este servicio, los vecinos se ven obligados a quemar la basura, lo que también afecta la salud de la comunidad.
“Es urgente que se retome la recolección de basura en el sector. Aprovecho para pedirles a mis vecinos que eviten quemar residuos, ya que hay muchos niños y personas con enfermedades respiratorias que están gravemente afectados”, afirmó.
Por último, resaltó el aumento de plagas y mosquitos en la zona y solicitó a las autoridades municipales una fumigación urgente, dado que también están sufriendo las consecuencias los niños de la escuela Pedro Ramos Marcano, ubicada dentro de la comunidad.
Fotos/Osmel Rodríguez
