Ya ha pasado casi medio siglo de una de las noticias más trágicas del siglo pasado; la muerte de John Lennon. El icónico líder de la banda inglesa The Beatles había sido asesinado en las afueras del edificio donde vivía en New York y dejaba un profundo pesar entre sus fanáticos y en el mundo.
Este domingo 8 de diciembre se cumplen 44 años (1980) de cuando el estadounidense Mark Chapman, de 25 años -en ese entonces-, quien esperó al cantante frente al Central Park (donde estaba ubicado el edificio Dakota) y, a eso de las 11:00 de la noche, sacó un revólver y le propinó cinco disparos de balas de calibre 38 Special, quitándole la vida al autor de ‘Imagine’, ‘Woman’ y otros éxitos internacionales.
Su legado, un canto a la libertad y la creatividad, se entrelaza con la sombra del crimen, un acto que dejó perplejo al mundo y que todavía provoca interrogantes. ¿Qué llevó a Mark Chapman, un joven aparentemente común, a convertirse en el autor de este asesinato que cambiaría para siempre el curso del rock y la cultura pop?
“Le acabo de disparar a John Lennon”
“¿Te das cuenta de lo que acabas de hacer?”, fue la reacción del conserje del edificio, el cubano José Sanjenís Perdomo, tras ver al músico e inquilino yacido en la puerta de entrada sin vida. “Sí, le acabo de disparar a John Lennon”, le contestó Chapman, quien sostenía una novela del estadounidense Jerome David Salinger.
Tras -obviamente- ser declarado culpable y ser condenado a cadena perpetua, en un principio, el autor del crimen ingresó al Centro Correccional de Green Haven, una prisión de alta seguridad en la ciudad de Beekman en New York. Al pasar los años, se convirtió en interno de otro recinto de máxima seguridad, específicamente, en la Prisión Estatal de Attica.
¿Por qué lo hizo realmente? ¿Fue planeado? ¿Existe arrepentimiento en Mark tras cometer este asesinato? Son las principales preguntas que los fanáticos de The Beatles y el mundo se hace, sobre todo cuando, en sus primeras -y confusas- declaraciones, aseguró haber atentado contra la vida de Lennon por proclamar a su banda como más popular que el propio Jesucristo, y por las letras de canciones del artista, como ‘Imagine’ y ‘God’, que según él, menospreciaban la fe que sienten las personas.
Que Chapman se haya sentido identificado con el polémico protagonista de la obra ‘El guardián entre el centeno’ –que era el libro que traía consigo el día del crimen- también fue barajado por los expertos. Durante su estadía en prisión, cinco psiquiatras han diagnosticado a Mark, manifestado que posee esquizofrenia y psicopatía, por lo que siempre sus relatos fueron confusos y contradictorios.
Durante sus años encarcelado, Chapman exteriorizó su arrepentimiento en incontables ocasiones, aunque fue en el aniversario n°40 de la muerte de Lennon, en 2020, cuando este asesino se sinceró en entrevista con la BBC y reconoció por qué acabó con la vida del legendario artista.
“Fue por gloria personal. Él era extremadamente famoso y, realmente, no lo maté por su personalidad o por la clase de hombre que era… Lo asesiné porque era muy famoso, y esa es la única razón. Fue muy egoísta”, reconoció el prisionero en conversación con el medio de comunicación británico tras asistir a una audiencia para pedir su libertad condicional, la cual fue denegada.
En la misma instancia, y además de valorar a Lennon como “un hombre de familia” y “alguien adelantado que hablaba de cosas de las que ahora podemos hablar”, Chapman también le pidió disculpas públicas, por primera vez, a la viuda del fallecido músico, Yoko Ono.
“Lamento el dolor que le causé a ella. Pienso en ello todo el tiempo”, fueron las palabras de Mark en la audiencia, las cuales no fueron respondidas por la artista japonesa, quien, en 2015, reflexionó públicamente sobre este traumático episodio en su vida y su opinión sobre el asesino de su fallecido esposo.
En entrevista con The Daily Beast, Yoko fue enfática: “Creo que si lo hizo una vez, podría hacerlo de nuevo con otra persona. Podría ser yo, podría ser Sean (su hijo), podría ser cualquiera”.
Gloria, la mujer que sigue esperando la libertad de Chapman
Chapman ha fracasado en numerosos intentos por conseguir libertad condicional.Y es que, al igual que Yoko Ono, la justicia estadounidense señala que su reintegración a la sociedad ya no es posible, existiendo una alta probabilidad de reincidencia.
Pese a esta fallidas peticiones, el prisionero sigue aferrándose a su cristianismo y ha expresado que tiene fe en que, algún día, podrá abandonar la cárcel con éxito. Mientras tanto afuera lo sigue esperando su esposa, Gloria Chapman, a quien conoció dos años antes de asesinar al líder de The Beatles.
Luego de un viaje por todo el mundo que se extendió por casi seis semanas, Mark pudo acercarse aún más a Gloria, ya que ésta era su agente de viajes y la encargada de gestionar sus traslados y ayudarlo ante una eventualidad en cualquiera de los países que visitó. El romance llegó a tal punto que, un año después (1979), la pareja se casó.
Casarse con Chapman significó para Gloria un gran cambio en su vida, no sólo por lo que ocurriría el 8 de diciembre de 1980, sino porque el amor que sentía por su esposo la llevó a convertirse al cristianismo. De hecho, ella aún sigue casada con el asesino de Lennon casi 50 años después de su boda Chapman casi medio siglo después de su boda y del horroroso crimen.
Y es que, a menos de dos años de conocerse, Mark asesinó a Lennon, siendo su esposa la que tuvo que aguantar la ira de casi toda la sociedad, sobre todo de los fans del cantante. La alteración llegó a tales puntos que, incluso, se acusó a Gloria de ser el cerebro y quien planificó el asesinato.
La cónyuge de Chapman ha sostenido que nunca supo nada del crimen hasta que se enteró por la prensa que cubrió la muerte de la estrella inglesa casi al instante.
“Mi vida cambió drásticamente ese día. Ahora, era la esposa de Mark Chapman, un asesino, y no uno cualquiera, sino uno cuya víctima era conocida y amada por millones de personas en todo el mundo. La pregunta que me hacía era: ¿Debo seguir casado con Mark?”, fue una de las reflexiones de Gloria posterior al asesinato. Hoy, 44 años después, sigue esperando la libertad de su marido.
Vía NT.
