El traspaso de energía entre una persona y otra, a lo que comúnmente se le dice: “me diste corriente”, es un hecho natural y que ocurre de forma casi imprevista. Los causantes de esto serían los electrones y un factor clave que provocaría una reacción inmediata, tanto en cuerpos inertes como en los seres humanos.
Este tipo de descarga eléctrica es conocida como “corriente estática”, según lo específica el International Science Taeaching Fundation de los Estados Unidos, en la que alude que el origen de ello empezaría en las partículas diminutas que conforman a los objetos, llamadas átomos, los cuales están compuestos por electrones (de carga negativa), neutrones (neutros) y protones (de carga positiva).
La mayoría del tiempo los átomos permanecen en estado neutro, eso quiere decir que tienen un mismo nivel de electrones y protones, por lo que se lo considera “estático”. La maravilla ocurre cuando hay un desequilibrio entre los protones y electrones. Allí deja de ser neutro y como sucede en la atracción entre los polos opuestos, aquí ocurre lo mismo.
Los átomos desiguales intentarán juntarse y al hacerlo, ocurre un traspaso de energía, por lo que deja de ser estática a electricidad actual.
Ante la disparidad, los electrones se excitan y los protones y neutrones se mantienen quietos. Por su parte, los electrones tienden a rebotar, por lo tanto, cuando una persona o un objeto tiene carga negativa adicional, son atraídos por lo positivo y en el contacto entre ambos se produce un choque como reacción.
Generalmente, esto sucede por cuestiones naturales y otras no tanto. Desde la Enciclopedia Británica se remarcó que si dos objetos se frotan (especialmente si son aislantes y uno es seco), adquieren cargas iguales y opuestas, por lo que se transforma en una atracción mutua. En tanto, si se suma un tercer elemento que no participó en este proceso, al tener una desigualdad en las partículas atómicas, se causará un traspaso de corriente.
¿El clima puede ser responsable de la “electricidad actual”?
La carga eléctrica se forma en su mayoría en invierno o cuando el clima es seco, según distingue el medio The Times of India. En ese contexto, el aire es seco y los electrones se desarrollan fácilmente en la superficie de nuestra piel. En verano, con la presencia de humedad, se eliminan los electrones cargados negativamente y esto disminuye la posibilidad de un traspaso de corriente.
Los electrones no se quedan en un cuerpo para siempre, sino que, cuando se topan con otro elemento de carga excesivamente positiva, se transfiere sin dificultad. La ciencia afirma que en este proceso estamos tan cargados que incluso a la distancia las partículas comienzan a degradarse en el aire por la atracción existente con un objeto de carga positiva. La chispa causa dolor porque está caliente y se siente como si una aguja perforara la piel.
Curiosidades sobre la descarga eléctrica:
Los rayos tienen una forma de electricidad estática, que se originan cuando el aire roza las nubes.
La electricidad estática no provoca corriente elevada, a menos que sea un rayo producto de una tormenta.
La electricidad estática viaja a la velocidad de la luz, es decir, a 299 mil 791 km por segundo.
Frotar tela de seda o una varilla de vidrio, crea carga positiva. Frotar la piel humana sobre una varilla de plástico o goma genera corriente negativa.
Cuando la carga estática entra en contacto con un objeto conectado a tierra, puede crear una chispa que podría encender materiales inflamables. Incluso, hasta en niveles altos tiende a dañar o destruir artefactos electrónicos.
Vía NT.