A pocas horas de la celebración navideña, el centro de Maturín se convirtió en un mar de personas apuradas, que dejaron las compras para el último momento. Este martes 24 de diciembre, desde muy temprano, la peatonal y los comercios estaban repletos de gente en busca de alimentos, regalos y ropa para la celebración de Nochebuena y Navidad.
La Prensa de Monagas se acercó al cruce de las peatonales para dialogar con algunos transeúntes que intentaban completar su lista de compras antes de la medianoche.
“Fue por los horarios; a veces es complicado venir por el trabajo, y también porque me pasaron el dinero para comprarle los entrenos a mis sobrinos a última hora”, comentó Marlene Brito.
En una situación similar, Carlos Sifones expresó: “He venido directamente a comprar alimentos, que es lo básico en estos días. Hay una gran variedad de precios y situaciones. Uno tiene que buscar, por ejemplo, el pan de miga para los sándwiches. La oferta es amplia en cuanto a precios y calidades”.
Por otro lado, quienes buscaban regalos también hicieron notar su presencia en el casco central de la ciudad.
“Vine por los regalos; aún no tengo la comida. Nosotros somos hijos del rigor. Gastamos lo que no tenemos por un ratito”, confesó Gabriel Ménese.
Asimismo, los vendedores informales señalaron que desde el 23 de diciembre las ventas aumentaron un 50 %, ya que este 24 de diciembre mucha gente salió en gran multitud a hacer sus compras a última hora.
“La gente está comprando sin tanto rodeo; no preguntan precios, simplemente pagan lo que les gusta y se van. Esperamos que las ventas sigan así para el 30 y 31 de diciembre, ya que en días anteriores estaban bastante bajas”, comentó Luis Lizama.
La jornada estuvo marcada por largas filas en las cajas y el característico apuro de quienes esperan hasta el último momento para resolver los detalles de la Nochebuena. Sin embargo, el espíritu navideño se hacía presente en las calles, llenando el aire con la esperanza de cerrar el año rodeados de familia y buenos deseos.
Fotos/Omel Rodríguez