El uso de fuegos artificiales durante la Navidad es una tradición arraigada en Maturín, donde tanto adultos como niños disfrutan del espectáculo de luces y explosiones. Esta ciudad encuentra alegría en la celebración con pólvora, convirtiendo la noche del 24 de diciembre en un momento especial lleno de color y emoción.
Las tiendas especializadas en pirotecnia de Maturín experimentaron un gran aflujo de clientes en esta víspera navideña. Según los encargados, las ventas superaron el 50 %, lo que refleja la popularidad de estos productos entre los habitantes.
“Ayer y hoy han sido días excepcionales. Antes, las ventas estaban estancadas, pero hoy han aumentado un 50 %. Esperamos que esta tendencia continúe, aunque sabemos que después del 24 las ventas suelen bajar, para repuntar nuevamente el 30 de diciembre”, comentó Jhoan Pimentel, encargado de un negocio de fuegos artificiales.
Entre los artículos más demandados por los clientes se encuentran las estrellitas, fosforitos, cebollitas, cohetes y las populares tortas pirotécnicas. Los precios varían según el producto: una caja de estrellitas se puede encontrar desde 5 dólares, mientras que una torta de leopardo chino cuesta alrededor de 50 dólares.
Además, la zafra navideña ha permitido que muchos comerciantes informales ofrezcan estos productos en el centro de la ciudad. Estos vendedores pueden ofrecer fuegos artificiales por unidad, siendo las estrellitas uno de los más solicitados.
Claudia López, una buhonera local, mencionó que muchos padres prefieren adquirir los clásicos como estrellitas, cebollitas y tabaquitos, que son parte esencial de la tradición navideña. Los cohetones, por su parte, son vendidos exclusivamente por comercios autorizados, aunque también hay numerosos puestos ambulantes en el centro que han tenido buenas ventas.
Fotos/Arialex Brazón