
Un nuevo estudio revela que los ratones «espectadores» intentan reanimar a sus compañeros inconscientes, lo que sugiere que nuestra inclinación natural a ayudar a los necesitados está muy arraigada en nuestra herencia mamífera.
Los investigadores también observaron una activación en una parte del cerebro responsable de las funciones involuntarias. Junto con el aumento de las señales hormonales, esto parecía ser fundamental para la actividad similar a la de los paramédicos.
Aunque la técnica de «primeros auxilios» en roedores implica más mordeduras que la versión humana, el neurocientífico de la Universidad del Sur de California (USC) Wenjian Sun y sus colegas descubrieron que la técnica de tirar de la lengua de los ratones en realidad agrandaba las vías respiratorias de su compañero inconsciente, lo que le permitía recuperarse más rápido.
Otro estudio reciente demostró esto también e identificó un circuito neuronal que conecta el tirar de la lengua con una excitación rápida en ratones anestesiados.
Hace tiempo que se documentan comportamientos de rescate similares en mamíferos de cerebro más grande, como delfines y elefantes, y se sabe que los ratones ayudan a otros de su especie cuando están atrapados, pero nunca antes se habían estudiado en detalle comportamientos similares a los de «primeros auxilios» en los mamíferos más pequeños.
No podemos decir con certeza si los ratones cuidadores tienen la intención consciente de ayudar, advierten los investigadores. Pero el hecho de que los ratones siguieran intentando rescates durante cinco días de repetición sugiere que es poco probable que los eventos de reanimación sean solo un efecto secundario de la curiosidad, argumentan Sun y su equipo.
Los investigadores también descubrieron que los ratones tenían más probabilidades de intentar la reanimación de ratón a ratón con compañeros familiares que con ratones desconocidos.
«Ese sesgo de familiaridad indica que el animal no está respondiendo de manera refleja a los estímulos que está viendo», dijo el neurocientífico de la Universidad de Toledo James Burkett, que no participó en el estudio, a Jonathan Lambert en NPR. «En realidad, están teniendo en cuenta aspectos de la situación y la identidad del animal cuando están formando su respuesta».
Vía | Cactus 24