
Los infantes fueron desalojados de la casa donde recibían clases y no han podido iniciar el año escolar 2022-2023
Un grupo de representantes del sector Simón Bolívar, de la parroquia San Vicente, de Maturín, protestaron este martes 24 de enero, para pedir la construcción o acondicionamiento del antiguo Centro Nacional de Formación «Juana Ramírez II», donde 80 niños veían clases.

Detallaron que los infantes no se han incorporado al año escolar 2022-2023, porque fueron desalojados de este espacio y reubicados a la sede principal del jardín de infancia Juana Ramírez II, en el casco central de la mencionada parroquia, al otro lado de la carretera nacional hacia Punta de Mata.
Marielys Benavides, madre de tres estudiantes de preescolar, manifestó que el horario establecido por el plantel, no es favorable para la comunidad estudiantil de 12:30 del mediodía a 5:30 de la tarde, y que «no se trata de un capricho como dice la Lopnna de no querer llevar a los niños caminando 20 minutos hasta el kinder, cruzando la carretera tan peligrosa».

Desacuerdo
Detalló la dama que la reubicación la realizó la Zona Educativa sin llamar a una asamblea de padres y representantes para plantear la situación.
En este sentido, Franyelis Salazar, otra de las representantes, explicó que «en diciembre nos desalojaron y no estamos de acuerdo con el traslado porque son niños de 3, 4 y 5 años. Queremos solución, esta casa la están vendiendo y pedimos que la donen, compren o nos hagan una nueva infraestructura».
Mejores espacios para los niños
La manifestante y representante, reiteró que no se trata de un capricho, sino de algo que va en beneficio de los niños del sector.
Asimismo, Yeidis marcano, explicó que en el CNF habían tres aulas y tres maestras quienes atendían a los niños, y funcionaba además el servicio de PAE. «hemos buscado respuesta y nada; queremos que el Gobernador nos pueda comprar esta casa o que nos ubiquen en una edificación en el mismo sector».
En cuanto a la larga caminata que deben hacer, Francelis Salazar, acotó que los estudiantes de primaria y de educación básica y diversificada caminan el largo trayecto hasta la escuela Ismael Salazar y el Liceo San Vicente Ferrer.
«Ya tenemos bastante tiempo en este sector, 15 años, y merecemos contar con estos espacios educativos», apuntó Salazar.