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¿Qué es la disbiosis intestinal?

La doctora Patricia Verdú López, alergóloga experta en disbiosis e intolerancia alimentaria, advierte de que la disbiosis intestinal puede causar alteraciones de la libido en ambos sexos, tanto disfunción eréctil entre los hombres como trastorno del deseo sexual hipoactivo entre las mujeres, que se caracteriza por el desinterés en las relaciones a…

La doctora Patricia Verdú López, alergóloga experta en disbiosis e intolerancia alimentaria, advierte de que la disbiosis intestinal puede causar alteraciones de la libido en ambos sexos, tanto disfunción eréctil entre los hombres como trastorno del deseo sexual hipoactivo entre las mujeres, que se caracteriza por el desinterés en las relaciones a largo plazo.

Según esta especialista, el comportamiento sexual influye directamente sobre la microbiota, que está constituida por el conjunto de microorganismos presentes en el cuerpo humano: bacterias, hongos, virus, arqueas, protozoos y otros parásitos. Por su parte, la disbiosis puede deberse a un crecimiento excesivo o una deficiencia de ciertos géneros, traslocación a otros lugares o ambas.
La existencia de disbiosis es más probable en microbiotas poco resilientes y/o cuando existen más factores que la agreden o condicionan, incluyendo las intolerancias alimentarias.

Por su experiencia, asegura que un microbioma vaginal no saludable causa efectos psicosociales en las mujeres sintomáticas, y también es un importante factor de riesgo para la adquisición de enfermedades de transmisión sexual. Asimismo, puede tener secuelas reproductivas y obstétricas adversas.

Perfil medio de paciente con disbiosis

En los últimos años se han publicado vínculos de la disbiosis intestinal con más de cien enfermedades crónicas, inmunológicas, hormonales, metabólicas, neurológicas y digestivas. «No se ha establecido claramente si la disbiosis es causa o consecuencia de enfermedad, aunque la evidencia creciente sugiere que es un factor causal, junto con otros muchos», apunta la doctora.

Entre las patologías más claramente asociadas a la disbiosis se encuentran las enfermedades inflamatorias intestinales y los procesos funcionales digestivos, tales como el síndrome de intestino irritable. Igualmente, también se ha encontrado vínculo entre la disbiosis intestinal y las enfermedades sistémicas.

«Se ha demostrado que estos procesos crónicos sistémicos y los cuadros funcionales digestivos tienen un elevado índice de asociación. El vínculo entre ambos procesos está determinado por la existencia de disbiosis intestinal y factores psicoemocionales comunes a todos ellos», afirma la doctora.

Otras patologías crónicas relevantes que se asocian a la disbiosis intestinal son la fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica, el síndrome metabólico, las enfermedades autoinmunes y alérgicas, las dermopatías inflamatorias, la rinosinusitis crónica, las disfunciones ginecológicas, las mucositis orales, la cistitis intersticial, las infecciones recurrentes, la migraña, los trastornos de espectro autista y otras patologías neurológicas.

Diagnóstico de la disbiosis intestinal

La disbiosis intestinal se estudia mediante test microbiológicos y genéticos de muestras fecales. Los estudios microbiológicos se realizan con medios de cultivo selectivos o técnicas moleculares (PCR). Proporcionan información básica sobre posibles déficits o excesos de algunas especies bacterianas intestinales relevantes por su funcionalidad y hacen una estimación del número total de microorganismos de la microbiota analizada.

«En la actualidad, se imponen los test genéticos o estudios de metagenómica fecal, que evalúan el microbioma o material genético del microbiota», comenta la experta. «La precisión diagnóstica es máxima, y permiten detectar todas las especies microbianas conocidas», añade.

Sintomatología digestiva y emocional

En cuanto a los síntomas de la disbiosis intestinal, pueden ser digestivos, como la hinchazón abdominal, la diarrea y/o el estreñimiento, las digestiones pesadas, los gases, etc. La sintomatología también puede ser de tipo emocional, con ansiedad, o bien aparecer migrañas, tendencia a sentir cansancio o debilidad física o falta de energía.

Así, el manejo integral del paciente debe realizarse con un equipo interdisciplinar formado por médicos expertos en disbiosis intestinal e intolerancias alimentarias, así como nutricionistas y psicólogos especialmente formados. «Este equipo debe elaborar una detallada anamnesis o historia clínica, un diagnóstico preciso y un tratamiento personalizado acorde con las necesidades de cada paciente», señala Verdú.

Con información de 800Noticias.

Angri Delgado

Licenciada en Comunicación Social, con 13 años de experiencia en medios: impresos, TV, radial e institucional. CNP N: 26.239, PNI-33.257

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