
Los residentes temen que el transporte público deje de prestar sus servicios
La calle principal de la parroquia La Pica, en Maturín, se ha vuelto intransitable para los conductores que la utilizan. Así lo señalaron vecinos de esta zona, donde la fiesta del asfalto no ha fijado fecha para el mejoramiento de las vías.
Renny López, residente de esa parroquia, asegura que el problema tiene más de un año, pero se ha agudizado en los últimos meses a consecuencia de las lluvias. Dice que cuando llueve los huecos se tapan con agua y los choferes caen, dañando así las piezas de los carros.
«Hemos visto como los conductores caen en los huecos y dañan los carros, por lo que colocamos señalizaciones improvisadas, en algunos casos hemos rellenado con tierra y piedras, porque nosotros como habitantes también nos vemos afectados y tememos que los choferes de las rutas que prestan el servicio de transporte dejen de hacerlo», expresó López.
Por su parte, Mayerlin González, otra de las entrevistadas, pidió a los representantes de la colocación del asfaltado en las comunidades, visitar La Pica y solucionar el problema, tomando en cuenta que es por esas calles por donde se trasladan productores de comunidades agrícolas como lo son Pararí, La Esperanza y Vuelta Larga.