
Vecinos de la principal de La Puente, en Maturín, solicitan a los organismos policiales un patrullaje en la zona, ya que muchas personas arrojan basura en una esquina de la comunidad justo después que pasa el camión recolector de desechos sólidos.
Malvenda Rodríguez, una vecina del sector, comenta es testigo de cómo, tras la recolección, algunos residentes y personas ajenas al área se acercan para botar desperdicios. A pesar de sus intentos por llamarlos a la atención, a menudo recibe respuestas groseras y amenazas.
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“También hay personas en situación de calle que revuelven la basura y la esparcen por la vía. He intentado decirles que no lo hagan, pero no me hacen caso. Lo mismo ocurre con algunos vecinos que arrojan desechos, e incluso han intentado agredirme. Esto contamina el ambiente, y yo vivo justo enfrente de este vertedero”.



Además, Malvenda destaca otro problema: cuando la basura se acumula, algunos habitantes de la comunidad le prenden fuego, lo cual es aún más preocupante, ya que el humo representa un grave riesgo para los ancianos y quienes padecen infecciones respiratorias.
“Todo esto nos perjudica, pero no podemos hacer mucho por nuestra cuenta. Los Consejos Comunales no se encargan de establecer vigilancia para multar a quienes arrojan basura después de la recolección. Ellos sí vienen a recoger, pero el verdadero problema es la falta de respeto por los horarios, ya que, después de que recogen, en poco tiempo la situación vuelve a ser la misma”.

Por esta razón, solicitan la colocación de un aviso que prohíba desechar basura en el lugar y que se implemente una vigilancia en este sitio, que se ha convertido en uno de los basureros más grandes de la zona.
Fotos/Juan Goitía