
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ofreció su interpretación del fatal atentado en la vereda El Toro, Amalfi, que cobró la vida de 13 miembros de la Policía Nacional. En una publicación en redes sociales, Petro explicó que un helicóptero de la policía fue atacado con explosivos enterrados en una colina, una trampa que, según su análisis, había sido preparada con mucha antelación.
Petro comenzó su pronunciamiento con la promesa de apoyar a las familias de los uniformados. Detalló que el ataque ocurrió durante un operativo de erradicación manual de cultivos de coca, cuando un helicóptero aterrizó en un punto estratégico.
El presidente afirmó que el lugar “ya había sido acondicionado desde días antes, quizás meses, con cilindros de explosivos enterrados bajo un metro en el subsuelo”.
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Según su análisis, los atacantes se aprovecharon de que, en las acciones militares, las fuerzas de seguridad suelen tomar los «puntos dominantes» del terreno, como la colina en la que se posó el helicóptero.
El momento exacto del ataque
Petro detalló que la zona estaba libre de ataque al momento del aterrizaje. Sin embargo, «en el momento mismo de empezar a evacuar, cuando los miembros de la policía ya iban a entrar al helicóptero en tierra, activaron las cargas explosivas».
La detonación de los explosivos enterrados causó la muerte de varios policías, entre ellos un subteniente cuyo teléfono celular, que grababa la operación, se convirtió en evidencia.
El presidente vinculó el ataque a la disputa territorial entre grupos armados ilegales por el control de los cultivos de coca en el Bajo Cauca. Señaló que la alta presión sobre la fuerza pública para erradicar estos cultivos en la zona hizo que un ataque fuera «previsible».
Petro recordó que en esa misma región ya se habían registrado tragedias similares en años anteriores, lo que subraya la peligrosidad de la zona.
Con información de Globovisión