
Yaneth Elarba, una devota oriunda de Maturín, ha cumplido un anhelo que parecía inalcanzable: donar el vestido que lucirá la Virgen del Valle en su tradicional Bajada, este primero de septiembre.
La emotiva historia detrás de este gesto está marcada por la fe, la perseverancia y una promesa hecha por la salud de su hijo, quien superó un trasplante de riñón.
“El vestido fue siempre soñado. Siempre quise poder vestir a la Virgen, pero era difícil porque la iglesia y los sacerdotes lo coordinan, y hay mucha gente esperando su turno”, relató Yaneth.
Hace años, en un momento de angustia por la enfermedad de su hijo, hizo una promesa a la Virgen del Valle. La recuperación de su hijo fue el milagro que la llevó a recibir, el año pasado, el patrón para confeccionar el vestido, como muestra de su gratitud.
El vestido, diseñado y bordado por el reconocido modista Nidal Noauihed, es una obra de arte que refleja dedicación y detalle.
“No tiene figura, es todo bordado, piedra por piedra, pintado y trabajado con mucho esmero”, explicó Yaneth, quien destacó las incontables horas invertidas en su creación.
La prenda, según ella, es un reflejo de la calidad y el amor puestos en cada puntada. Para Yaneth, este acto trasciende lo material.
“Sentí que la Virgen me dio la oportunidad de decirme: tu hijo está curado, está sanado, puedes hacer el vestido”, expresó con emoción.
La pieza, que será admirada por miles de fieles esta tarde durante la Bajada, representa no solo un sueño cumplido, sino también un testimonio de fe y sanación.
Vía | El Sol de Margarita