
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha elevado el tono contra el Gobierno español, acusando a Pedro Sánchez de formular “amenazas genocidas” y de incurrir en antisemitismo.
Sus declaraciones se apoyan en una frase del presidente español al anunciar medidas de restricción de armas a Israel, en la que mencionó la ausencia de armas nucleares en España.
Exteriores ha respondido de inmediato, calificando los comentarios de “falsos y calumniosos” y reafirmando el compromiso de España con el cese de la violencia en Gaza, el respeto de los derechos humanos y el cumplimiento del derecho internacional. Sánchez, en su discurso, llegó a describir la ofensiva israelí como un “genocidio”.
Netanyahu vinculó las palabras del mandatario español con episodios históricos de persecución contra los judíos y acusó a su Gobierno de alinearse con Hamás. En paralelo, el ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, sugirió que la posición de España responde a intereses políticos internos.
El conflicto diplomático ha provocado reacciones internacionales. Washington expresó su malestar por las restricciones españolas, interpretadas como un debilitamiento del frente aliado con Israel. Mientras tanto, Sánchez ratificó que España seguirá liderando en la UE la presión política para lograr un alto el fuego y el reconocimiento del Estado palestino.
Ambos dirigentes coincidirán en la Asamblea General de Naciones Unidas a finales de septiembre, donde se espera que la disputa bilateral escale al escenario multilateral, en un contexto en que varios países han anunciado su intención de reconocer al Estado palestino.