
Una dieta alta en azúcar y alimentos con un índice glucémico elevado puede afectar negativamente el cerebro y sus funciones cognitivas. Un artículo del Dr. Joel Fuhrman, de la Universidad de Pensilvania, publicado en el portal VeryWellMind, detalla cómo esta ingesta excesiva de glucosa puede ser perjudicial.
Aunque el cerebro usa la glucosa como su principal fuente de energía, la calidad de esa glucosa es crucial. El índice glucémico (IG) mide qué tan rápido un alimento eleva el azúcar en la sangre.
Los alimentos procesados, las bebidas azucaradas y los cereales refinados tienen un IG alto, mientras que las frutas, los vegetales y las legumbres tienen un IG bajo. Consumir alimentos con un IG alto puede causar daños al cerebro de las siguientes maneras:
1. Respuesta a los estímulos
Los alimentos con alto IG activan las áreas de recompensa del cerebro, creando un deseo intenso por más. Este mecanismo, similar al de una adicción, puede llevar a un ciclo de ingesta insaciable que contribuye a la obesidad y a la diabetes tipo 2.
Leer también: Migraña: dolor de cabeza crónico que afecta salud integral y calidad de vida
2. Tendencia adictiva
La ingesta de azúcar activa un ciclo de recompensa que se vuelve menos efectivo con el tiempo. El cerebro busca una dosis cada vez mayor para sentir el mismo placer, lo que conduce a una adicción a estos alimentos y fomenta un círculo vicioso de consumo.
3. Problemas de memoria
El exceso de azúcar causa inflamación en el cerebro, afectando su capacidad cognitiva. Esto puede manifestarse en una función cerebral más lenta, un déficit en la memoria y problemas de atención.
4. Impacto en el estado de ánimo
Un cerebro dependiente de la glucosa puede experimentar cambios de humor negativos. El consumo elevado de azúcar se asocia con un mayor riesgo de ansiedad y depresión, y dificulta el procesamiento de las emociones.
5. Reducción de la capacidad mental
Los niveles altos de glucosa en la sangre pueden dañar los vasos sanguíneos del cerebro, afectando las capacidades de aprendizaje, la memoria y la velocidad motora. En casos extremos, el consumo excesivo de azúcar puede incluso contribuir a la reducción del tamaño del cerebro.
Para proteger la salud cerebral, los expertos recomiendan elegir fuentes de glucosa con bajo índice glucémico, como las que se encuentran en frutas y verduras, en lugar de alimentos procesados y azucarados.
Con información de Globovisión