La atención del fútbol venezolano se centró ayer en el Comanche Bottini de Maturín, no solo por el partido de semifinal de la Copa Venezuela entre Monagas SC y Carabobo FC, sino por la inesperada y notable presencia de una figura de peso: el director técnico César Farías.
El estratega, cuyo nombre resuena con fuerza en los medios deportivos como un posible candidato para tomar las riendas de la selección nacional, la Vinotinto. Fue visto en las gradas del Comanche Bottini, presenciando de primera mano el vibrante encuentro.
La visita de Farías, que no pasó desapercibida, ha encendido las especulaciones sobre un posible regreso a la dirección técnica de la Vinotinto, un cargo que ya ocupó entre 2007 y 2013, logrando una histórica cuarta posición en la Copa América 2011. Su presencia en el partido, justo en un momento crucial para el fútbol venezolano y la selección, ha sido interpretada como una señal clara de su interés y cercanía con la realidad del balompié criollo.
Un duelo familiar y deportivo
El contexto del partido añade un matiz personal a la situación, ya que el rival del Monagas era el Carabobo FC, equipo dirigido por su hermano, Daniel Farías. Un duelo familiar y deportivo que puso en el mismo escenario a dos de los técnicos más reconocidos del país, con uno de ellos siendo un posible salvador de la selección.
La directiva de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) ha mantenido un hermetismo sobre el futuro de la dirección técnica, pero la presencia de Farías en Maturín, observando el talento local y el nivel competitivo de la liga, sin duda alguna es un indicio que no se puede ignorar.
Mientras, que el Monagas y el Carabobo pactaron un empate en Maturín, dejando la definición de esta llave de semifinal para el partido de vuelta a disputarse en Valencia. En la final espera la UCV F.C. al otro finalista de esta llave.
