Padres y representantes de la Escuela María Teresa Gómez, ubicada en el sector Doña Menca, de la parroquia Boquerón, de Maturín, informan que la institución presenta un déficit de pupitres y mesas‑sillas. A muchos padres se les ha pedido organizar el limitado mobiliario con el que cuentan.
Bryan Ruiz comenta que ha tenido que acudir a la escuela para recoger los esqueletos de los pupitres y encargarse de su arreglo, con el objetivo de disponerlos al inicio del curso escolar.
José Hernández, quien tiene a su hijo en primer grado, señala que le solicitaron arreglar el pupitre para que su hijo pudiera asistir a clase; sin embargo, considera que esa responsabilidad corresponde a las autoridades educativas.
“Lo estoy reparando todavía y gracias a Dios puedo hacerlo yo mismo; otros padres pagan más de diez dólares para que se les coloquen los pupitres en sus hijos. Imagina a quien tiene más de dos hijos”, dijo Hernández.
Liliana Torrealba indica que la comunidad de padres del salón de su hija ya está coordinando la distribución de los pupitres para que los niños regresen a clases sentados cómodamente.
“Mi hija es nueva en la escuela y va para segundo grado; pagué diez dólares porque tuve que ir a una carpintería cerca de mi casa. Creo que es necesario apoyar a las escuelas y buscar soluciones para suplir las necesidades que el ministerio no cubre”, concluye Liliana.
Fotos/Juan Goitía
