
Decenas de miles de personas llegaron este domingo al State Farm Stadium de Glendale, Arizona, para despedir a Charlie Kirk, líder juvenil del movimiento Maga y aliado de Donald Trump, asesinado el 10 de septiembre a los 31 años.
La magnitud del funeral, con el estadio completamente lleno y miles sin poder entrar, recordó un homenaje al estilo de un funeral de Estado.
El memorial contó con la participación de Donald Trump, su vicepresidente J.D. Vance y varios miembros del gabinete, junto a líderes del movimiento conservador y la viuda de Kirk, Erika Kirk, quien asumió la dirección de Turning Point USA.
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Ceremonia funeral
La ceremonia combinó discursos políticos y religiosos, música en vivo y himnos patrióticos, reflejando la influencia de Kirk en la generación Z y el activismo juvenil conservador.

Mártir de la libertad
Kirk fue asesinado mientras debatía en un acto público en Utah, un suceso que ha reavivado la polarización política en Estados Unidos. Familias y jóvenes que viajaron desde distintos estados destacaron su mensaje sobre valores tradicionales, defensa de las libertades y crítica a la educación universitaria.
La seguridad fue un punto crítico: un hombre armado fue detenido dentro del estadio antes del inicio del homenaje.
El funeral evidenció la dimensión política y social del movimiento Maga, con un acto que combinó duelo, espectáculo y patriotismo, y reafirmó la influencia de Kirk en la juventud conservadora estadounidense.