
Es común recurrir al congelador para prolongar la vida útil de los alimentos y reducir el desperdicio en el hogar, una práctica respaldada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) como una forma eficaz de conservación.
Sin embargo, los especialistas en alimentos advierten que la congelación no es una solución universal. Poner ciertos productos a bajas temperaturas puede ser un «enemigo» para la calidad, haciendo que pierdan sabor, textura e incluso afectando la seguridad alimentaria.
El problema central radica en el agua que contienen los productos. Shawn Matijevich, chef e instructor principal de Artes Culinarias, explica que, al congelarse, el agua se expande y rompe las células de los alimentos.
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«Al descongelar, se pierde humedad y la textura cambia para siempre. Una vez dañadas las paredes celulares, las verduras descongeladas se vuelven blandas y se oxidan casi inmediatamente,» expone Matijevich.
Para evitar el deterioro de la calidad, aquí están los alimentos clave que debe evitar colocar en el congelador:
1. Vegetales y hierbas de alto contenido de agua
Las verduras, frutas y hierbas que dependen de su firmeza o frescura se ven afectadas drásticamente al congelarse, lo que compromete su textura y calidad nutricional.
- Verduras frescas: Espinaca, pepinos, y tomates (se vuelven blandos y acuosos).
- Hierbas aromáticas: Perejil, albahaca y menta (pierden su estructura y frescura).
- Frutas: Sandía o patilla (su alto contenido de agua las convierte en un puré blando al descongelar).
2. Lácteos y quesos blandos
Los productos lácteos con alto contenido de humedad son especialmente vulnerables a la separación de fases (se cortan o se granularizan) y al daño de la textura.
- Quesos Blandos: Quesos crema, ricotta y quesos frescos (pierden cremosidad y se vuelven granulados).
- Líquidos: Leche y crema líquida (suelen separarse al descongelarse, afectando su apariencia y consistencia).
3. Huevos enteros con cáscara
Congelar huevos enteros con cáscara no solo afecta el sabor, sino que compromete seriamente la seguridad alimentaria. El líquido del huevo se expande, lo que puede provocar que la cáscara se agriete y exponga el contenido a bacterias.
- Consejo: La forma más segura de conservar huevos es batirlos previamente y guardarlos en recipientes herméticos antes de congelarlos.
La clave para congelar con calidad
Para aquellos alimentos que sí son aptos para la congelación (como carnes, panes y algunas salsas), los expertos sugieren siempre sellar al vacío o extraer todo el aire posible de las bolsas o recipientes.
Tomar estas medidas preventivas ayudará a minimizar la oxidación y mantener la calidad de la comida.
Con información de Caraota digital