El Papa León XIV lamentó este domingo que la «miseria de pueblos enteros, azotados por la guerra» se encuentre a las puertas de la opulencia, advirtiendo que en el mundo actual, «el beneficio pisotea la caridad».
El Pontífice hizo este llamado a la justicia social y la conversión durante su homilía con motivo del Jubileo de los Catequistas, celebrado en la plaza de San Pedro con la asistencia de unos 40 mil fieles.
La reflexión del Papa se centró en la parábola de Lázaro y el hombre rico, cuya vigencia consideró «muy actual» y una señal de que «nada parece haber cambiado a lo largo de los siglos».
La riqueza ciega ante el dolor
León XIV condenó la indiferencia que persiste ante la desigualdad, contrastando la avaricia con la justicia esencial de la fe.
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«¡Cuántos Lázaros mueren frente a la avaricia que olvida la justicia, el beneficio que pisotea la caridad y la riqueza ciega frente al dolor de los necesitados!», afirmó León XIV ante la multitud.
El Papa reflexionó sobre cómo el hombre que vive en la abundancia «se pierde a sí mismo, olvidándose del prójimo», al estar «lleno de cosas y vacío de amor».
La avaricia y la indiferencia, destacó el Pontífice, son tentaciones actuales. Por ello, la presencia de «los muchos Lázaros de hoy» se convierte en una «catequesis aún más eficaz» en este Jubileo, un tiempo definido como «de conversión y de perdón, de compromiso por la justicia y búsqueda sincera de la paz».
El Papa León XIV se dirigió especialmente a los catequistas presentes en Roma, animándolos a continuar su labor formativa en la fe. Señaló que el Catecismo es el «instrumento de viaje» que protege del individualismo y las discordias.
Durante la misa dominical, 39 nuevos catequistas laicos de varios países fueron instituidos, recibiendo del Papa una cruz como símbolo de su misión.
León XIV enfatizó que educar en la fe no es un adiestramiento, sino
Con información de Globovisión