Aunque algunos planteos científicos postulan que, con el tiempo, disminuye la curiosidad por descubrir nuevos ritmos y géneros, otros afirman que los sonidos nos permiten evocar recuerdos felices. La opinión de dos expertas a Infobae
«Poder reconstruir tu biografía con solo recordar la música que se quedó adherida a un tiempo y a un lugar». Así comienzan los versos de uno de los éxitos de “Ella es tan cargosa”, una histórica banda de rock argentino. Y sin dudas, para muchas personas, hablar de canciones es especial. Es que no se trata únicamente de una nota o un acorde: hay añoranzas, anécdotas y sentimientos que vibran en cada melodía.
Para los adultos mayores esta dinámica no es menor. Aunque hay evidencia científica que indica que a medida que pasan los años los seres humanos tenemos menos curiosidad por descubrir nuevos ritmos y géneros, desde el ámbito de la musicoterapia hacen especial hincapié en los beneficios de los sonidos para llegar a la longevidad.
Gisell Martínez (MN 798) es musicoterapeuta y atiende a niños, adolescentes y adultos. En diálogo con Infobae, analizó la importancia de la música durante el envejecimiento: “El beneficio principal de la música siempre tiene que ver con una mejora en la calidad de vida y en el bienestar subjetivo de los adultos mayores, es decir, en cómo ellos perciben su manera de estar. Si tuviésemos que enumerar algunos otros beneficios estos serían estimular la memoria y la atención, mejorar la coordinación corporal, impulsar la expresión integral, fomentar la resiliencia y desarrollar la sociabilización y los lazos sociales”.
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Bajo estos preceptos, Martínez señaló: “En los adultos mayores, existe una conexión muy movilizante, porque el escuchar música permite la capacidad de evocar historias vividas, y más en un contexto terapéutico, donde una gran parte de ellos sufre Alzhéimer y la música funciona como un gran estimulante para la memoria, la atención y el volver a vivir situaciones que alguna vez trajeron felicidad”.
A su turno,la musicoterapeuta Nuria Sierra (MN 865)explicó a Infobae por qué con la vejez suele disminuir la apertura hacia nuevas melodías: “Todos los seres humanos, a través de los años, vamos haciéndonos de identificaciones que tienen que ver con cuestiones culturales, y la música es una de ellas. Hasta cierta edad uno incorpora nuevas músicas y después de determinado momento de la vida eso va a disminuyendo. La música que nos identifica tiene que ver con los primeros años de vida o con la juventud y la sentimos como propia”.
¿Cómo trabajan Sierra y sus colegas para reivindicar los beneficios de la música y promover la curiosidad auditiva? Así lo contó la experta: “Desde la musicoterapia se intenta potenciar lo que hay y mantener ciertas funciones. En el caso de la vejez o de la tercera edad, buscamos estimular la memoria, las funciones operativas o, por ejemplo, que una persona que toca un instrumento lo siga haciendo”.
Con información de La Patilla.