Diana Montano, una joven de 25 años residente en San Diego, ha captado la atención en redes sociales al defender apasionadamente su relación amorosa con Edgar, un hombre de 76 años, a pesar de la diferencia de 51 años entre ambos.
Montano, quien conoció a su pareja en julio de 2024 a través de un amigo en común, afirma haber encontrado a su «alma gemela».
«He conocido a mi alma gemela; no hay nadie de mi edad que sea como él», declaró Diana, subrayando que la edad no es el centro de su vínculo.
Desafíos sociales y críticas familiares
El romance, aunque descrito por Diana como el más «íntimo y apasionado» que ha tenido, ha enfrentado una intensa reacción pública y privada. La joven confesó al Daily Mail que la mayor dificultad no son los 51 años de diferencia, sino la integración social de su novio.
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- Entorno social: Diana señaló que ha sido un reto involucrar a Edgar en su círculo de amistades y en lugares de reunión frecuentados por «adultos jóvenes».
- Rechazo familiar: La joven reveló que ha recibido críticas directas de algunos familiares que «no están de acuerdo y creen que estoy arruinando mi vida».
Otro problema que Diana intenta mitigar es la «barrera del idioma» generacional, que la obliga a sentarse con la gente mayor en reuniones familiares para que Edgar pueda socializar con personas más cercanas a su edad.
Ataques en línea
La exposición de su relación en internet ha generado comentarios «horribles» y acusaciones de ser «perturbadora» y «repugnante». Diana admitió haber recibido mensajes como: «Espero que mueras antes que él» o acusaciones de «abusar de los ancianos».
Sin embargo, la pareja ha optado por enfrentar el juicio con humor y madurez.
«Muchos se apresuran a juzgarnos sin saber nada de nosotros… pero cuando leemos esos comentarios nos hace reír», comentó Diana, insistiendo en que el respeto mutuo y la compatibilidad son lo que define su relación.
Intereses comunes y mirando al futuro
Diana y Edgar insisten en que su conexión se basa en intereses comunes, desmintiendo la creencia de una desconexión generacional.
Ambos disfrutan de actividades culturales como ir al teatro, la vida al aire libre y el aventurismo, con planes que incluyen senderismo, esquí e incluso paracaidismo. Diana destacó que Edgar se mantiene «muy sano», asistiendo al gimnasio al menos tres veces por semana.
Respecto al futuro, la joven no está preocupada por el envejecimiento de Edgar. «Si termina necesitando cuidados más adelante en su vida, entonces veremos si podemos conseguirle un cuidador», afirmó, asegurando que ella participará en sus cuidados, pero sin que sea una preocupación inmediata.
Con información de Cactus 24
Es verdad que siempre hay un roto para un descosido.