
Varios vecinos del sector La Liberta, en el municipio Maturín, reportan fallas en el servicio de agua por las tuberías desde hace 15 días.
Aseguran los afectados que el problema se debe a que en la comunidad existen dos bombas de agua sumergibles y, al parecer, una se averió. Por esta razón, solo los vecinos que tienen su propia bomba pueden «jalar» el agua, mientras que el resto debe conformarse con un «hilito» que llega a algunas casas.
Además, comentan que los vecinos de la segunda etapa son los que más se ven perjudicados, ya que, al ser una zona alta, el suministro de agua es más deficiente.
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«En la noche es cuando a la primera etapa le llega un hilito. Por aquí los vecinos se la pasan comprando agua a los camiones cisternas en $10, dependiendo del tanque. Las cisternas de agua que vienen de la municipalidad no son suficientes porque solo en la entrada se acaba», dijo Yaritza Villarroel.
Fallas en José Tadeo Monagas
Por su parte, habitantes del sector José Tadeo Monagas también reportan fallas con este servicio, alegando que, si no tuvieran bomba propia, pasarían el día sin el suministro del líquido.
Según afirman, a causa de los constantes apagones, se dañó la bomba sumergible que tenían en el sector, la cual era de 20 caballos de fuerza. Fue reemplazada por una de 15, y este cambio generó las fallas de distribución del agua.



«Yo tengo que estar cargando el agua desde el frente de mi casa para la cocina y el baño. Soy una señora de la tercera edad, y bueno, ojalá solucionen este problema rápido, que coloquen una bomba que tenga fuerza para que el agua llegue a los hogares», dijo Rosa Bejarano.
Aunque llega el agua a ambos sectores, reportan que no tiene fuerza. En algunas casas solo llega a la toma que está más baja, y en la mayoría no sube hasta las cocinas ni los baños.
Según los vecinos, ambos sectores cuentan con un pozo de agua; sin embargo, aseguran que la raíz del problema de estas fallas recae en la bomba sumergible, la cual sufre daños debido a los apagones, y los afectados son los habitantes.
Fotos/Juan Goitía y José Sánchez