
El Congreso Mundial en Defensa de la Madre Tierra tuvo lugar este jueves en Caracas. Este evento internacional congrega a más de 3.000 asistentes, incluyendo a activistas, líderes, académicos, estudiantes, movimientos sociales y consejos ecosocialistas.
En este contexto, Venezuela se convierte en el epicentro mundial de la discusión y la acción para proteger el planeta, en un marco caracterizado por la urgencia climática y el llamado hacia modelos de desarrollo sostenible.
La vicepresidenta sectorial de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez Ramírez, enfatizó que es importante considerar a la Tierra y sus elementos como un organismo vivo para lograr un cambio real en el paradigma medioambiental mundial.
«Reconocemos a la Tierra y sus componentes como un ser vivo, con derechos inherentes como la vida, la regeneración de sus ciclos vitales, la diversidad y la vida libre de contaminación», subrayó la también ministra de Ciencia y Tecnología, quien además trató los preocupantes temas de impactos de la crisis climática en la salud pública.
Cambios climáticos
Añadió que los cambios climáticos que el planeta está experimentando tienen un impacto en la vida de las personas, la biodiversidad y la actividad agrícola. Al mismo tiempo, destacó que la voz y solidaridad de las comunidades del mundo se están levantando para afrontar los efectos de los daños ambientales.
Asimismo, resaltó la relevancia de que los gobiernos y las naciones del mundo estén verdaderamente preocupados por el impacto del cambio climático.
Jiménez mencionó una investigación hecha con las comunidades yanomamis de Venezuela, que mostró un resultado favorable respecto a su microbiota, lo que se debe a su conexión con el medioambiente natural y sus costumbres alimentarias.
Seguidamente, instó a los participantes a reforzar la defensa de la biodiversidad, que se ve afectada por el sistema neoliberal-capitalista que establece una agenda para destruir, extraer y amenazar con conflictos bélicos en las regiones.
Por su parte, la ministra para los Pueblos Indígenas, Clara Vidal, expresó que «este es el momento propicio para unificar criterios e ideas, en defensa de la Madre Tierra, porque destruirla es acabar con la historia».
Destacó que «aquel que intente seguir con el capitalismo salvaje, ustedes, hombres y mujeres, son parte de la historia y juntos luchamos en defensa de la Madre Tierra y seguiremos en batalla, en lucha, pero también en victoria».
A su vez, agregó que «con esa misma voz, fuerza y sabiduría, podemos decirle a nuestros espíritus del agua, a nuestros espíritus de los bosques y de la tierra, que salgan en conjunto con nosotros, para seguir defendiendo a la Madre Tierra, que es nuestro hábitat, lo es todo».
De igual modo, reiteró que era un honor contar con los pueblos originarios en el Congreso Mundial en Defensa de la Madre Tierra, lo que evidencia su espiritualidad, disposición y vigor para transmitir un mensaje a favor de la Tierra.
La ministra Clara Vidal expresó su gratitud al Gobierno Bolivariano y a los miembros del equipo que participa en el congreso. «Nosotros no anunciamos guerra, nosotros queremos paz, queremos a nuestra madre tierra».
Convocó a todas las comunidades indígenas del mundo para rescatar el planeta Tierra y espera salir del encuentro «con una hermosa propuesta unificada rumbo a una COP30».
Plan de fiscalización y sanciones
El vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, David Choquehuanca, solicitó a las delegaciones de las 65 naciones que participan en este debate internacional establecer procedimientos de fiscalización, transparencia y penalizaciones para aquellos que amenacen el medioambiente y lleven a cabo acciones que propicien la crisis climática.
Coquehuanca discutió sobre los eventos históricos que guiaron las acciones en contra de los colonizadores, capitalistas y explotadores del medio ambiente, responsables de esta crisis ambiental.
El vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia resaltó el respeto que le debemos a la madre tierra y a los seres vivos ante el sistema capitalista de dominación y explotación.
“Zonas bioculturales”
El ministro de Cultura, Ernesto Villegas, declaró que se adoptó la idea de las «zonas bioculturales» empleada en Colombia con el objetivo decidido de eliminar la «absurda barrera» entre lo biológico, el ecosistema y las dinámicas culturales, que están fuertemente conectadas.
Del mismo modo, indicó que el mar Caribe es uno de esos lugares que tienen relevancia desde lo cultural hasta lo energético, así que podría describirse como «el centro de nuestra América».
«Hoy en el Caribe se debate el destino de la humanidad», destacó Villegas en relación con los asaltos y agresiones del Gobierno estadounidense en el Caribe contra los pescadores, marineros y la madre tierra.
Educación ambiental
El ministro del ecosocialismo, Ricardo Molina, sugirió que la educación en materia ambiental debe integrarse en un proceso formativo transversal, ya sea dentro del sistema formal o informal.
Aclaró que la educación ambiental no puede restringirse únicamente a la conmemoración del Día de la Tierra o del Día del Árbol.
«La educación ambiental tiene que llegar a que la población entienda que es un tema cultural, es un modo de vivir, de establecer cómo vivimos en armonía con la madre tierra».
Se prevé la creación de nueve mesas de trabajo para tratar propuestas específicas sobre educación ecosocial, defensa de los territorios, justicia ambiental y soberanía ecológica.
El Congreso concluirá el viernes 10 de octubre, con plenarias, intercambios y declaraciones conjuntas que tienen como objetivo coordinar una agenda mundial contra el extractivismo depredador y a favor de la vida.
Con información de Mipcci