
La edad de los 40 no es una lápida para el placer, sino una oportunidad para la mujer de experimentar una mejor calidad de vida sexual. En contra de los mitos ligados a la perimenopausia y la menopausia, esta década ofrece la posibilidad de «otra media vida» de satisfacción y diversión sexual.
El psicólogo y sexólogo de la Fundación Sexpol, Roberto Sanz, enfatiza que la principal ventaja de la sexualidad femenina madura es el «posible distanciamiento con los prejuicios y los modelos sociales».
Mitos y realidades del deseo
Uno de los mayores mitos sexuales que afecta a la mujer de 40 es que la inminencia de la menopausia puede afectar su autoestima y deseo. El experto, sin embargo, aclara: «La depresión y la pérdida del deseo mantienen siempre una fuerte relación, pero es más habitual que la primera lleve a la segunda que a la inversa”.
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La edad no es una barrera para una actividad sexual gratificante. De hecho, los estudios demuestran lo contrario:
- Una encuesta de Health Plus en Gran Bretaña reveló que el 77% de las mujeres aseguró que su vida sexual estaba en su mejor momento pasados los 40.
- Otro estudio en EE. UU. determinó que las mujeres en su cuarta década desean tener sexo con más frecuencia que las jóvenes.
Las ventajas de la desinhibición y la estabilidad
La década de los 40 es idónea para la desinhibición sexual. Sanz señala que la estabilidad (económica, sentimental o laboral) que suele acompañar a esta edad «ofrece una cama idónea para desarrollar el aspecto sexual tanto a solas como en pareja».
La madurez también trae consigo un enfoque más «egoísta y sano» del placer, dejando atrás la presión de la aprobación social. Además, el declive sexual de la mujer llega muchos años más tarde y está más en función de la imaginación personal y la comunicación en pareja.
Factores que aumentan el deseo sexual a los 40:
- Mayor confianza: La experiencia sienta las bases para relaciones sexuales más intensas y placenteras.
- Menos miedo al embarazo: Desligar el sexo de la función reproductiva (especialmente tras la menopausia) inhibe el deseo.
- Impacto hormonal: La disminución de hormonas «nutritivas» permite que la testosterona femenina tenga un mayor impacto, aumentando la libido.
El sexólogo concluye que la clave es asumir los cambios, interiorizarlos y volcarse hacia los beneficios de una sexualidad más libre y enfocada en el placer propio.
Con información de El confidencial