En las relaciones sexuales, como en todo, hay multitud de roles. Hay personas más activas, más pasivas, más directas, más físicas o más emocionales, pero todas ellas, en mayor o menor medida, buscan disfrutar del sexo en las relaciones. Sin embargo, hay veces que la persona no disfruta o se aburre y finge que le gusta el momento cuando no lo es. En estos casos ¿Cómo lo podemos saber? ¿hay formas de averiguar que tu pareja no disfruta del sexo? Como explica a CuídatePlus Esperanza Gil, psicóloga, sexóloga clínica y encargada de amantis Russafa (Valencia), “en el caso de que uno de la pareja sea más pasivo que el otro no quiere decir, siempre, que algo no vaya bien. Es más, para algunas personas adoptar un rol pasivo es necesario para vivir su sexualidad de forma consciente y placentera. Necesitan no hacer nada más para poder centrarse en las sensaciones y abandonarse al placer”.
No obstante, informa, “en algunos casos puede que la pasividad sea un síntoma de que algo no va bien y de que la persona no está disfrutando, aunque no lo diga”. También es posible que “esté accediendo a mantener relaciones sexuales sin tener ganas, solo por presión, “porque toca” o por evitar un conflicto”.
En cualquier caso, el consejo de la experta es que “si tienes dudas acerca de si la otra persona está disfrutando del encuentro lo mejor que puedes hacer es parar y hablarlo con ella”.
10 señales de alerta
Cuando nos acostamos con otra persona y compartimos ese momento de intimidad, lo primero que tenemos que tener claro es que debemos “cuidarnos mutuamente, independientemente de si somos una pareja o no”. Este cuidado incluye “leer el lenguaje no verbal de la otra persona para asegurarnos de que está cómoda, que desea estar ahí y se lo está pasando bien. Y, si hay alguna duda, es importante tener la confianza de poder preguntar para confirmar que eso es así”.
Dicho esto, hay algunas señales que pueden indicar que otra persona no está disfrutando:
Si te evita la mirada, tiene la mirada perdida, o fija en un punto.
- Permanece quieta.
- Se muestra tensa o nerviosa.
- Evita besarte.
- Pies o manos en tensión o cerrados.
- Le cae una lágrima
- No gime ni emite ningún tipo de sonido.
- Intenta cerrar las piernas
- Tiene cara de dolor o preocupación.
Estos son signos inequívocos de que la persona no está disfrutando de la relación sexual.
Juguetes sexuales para hacerlo más divertido
Si la pareja detecta ese aburrimiento y quiere cambiar la situación, existen formas de hacerlo. Una de ellas es a través de los juguetes eróticos. Como explica la sexóloga, “tanto los juguetes como la cosmética erótica pueden ser unos grandes aliados para convertirnos en mejores amantes y disfrutar más, si cabe, de nuestros encuentros eróticos”.
Al igual que se desarrolla tecnología para que nos comuniquemos de forma más efectiva o lleguemos a lugares lejanos de forma rápida y segura, existe tecnología al servicio del placer.
Obviamente, señala la experta, “nada puede sustituir las sensaciones y la conexión que se crea entre dos personas de carne y hueso, pero los juguetes no se usan para reemplazar, sino para amplificar el placer”.
Por ejemplo, “para quienes quieran seguir adoptando un papel de pasividad en la relación, se pueden utilizar vibradores con control remoto. Así pueden añadir un extra para sí mismas y sus parejas con solo presionar un botón. También pueden optar por los vibradores en forma de C que están diseñados ergonómicamente para que puedan llevarse puesto a la vez que practicas sexo, incluyendo la penetración”.
Para quienes les gustaría adoptar un rol más activo, “funcionan muy bien los juegos de mesa con diferentes piezas de madera que te proponen diferentes acciones o retos. De este modo podéis ir intercambiando vuestros roles de forma natural. El “ahora me toca a mí” y “ahora a ti” puede darte la oportunidad de conectar con tu yo más activo y experimentar lo que es llevar las riendas, aunque sea por un momento”.
Otro buen recurso son los antifaces, “para cuando sientes vergüenza de sentirte activa cuando tu pareja te mira. Si le vendas los ojos, te sentirás con la libertad suficiente para ir soltándose poco a poco. También puedes ser tú quien se cubra el rostro, en este caso con una máscara. Como un superhéroe que quiere preservar su identidad y sus poderes”, concluye.
Vía Cuídate Plus
