La Arquidiócesis de Caracas celebró este sábado una emotiva misa solemne en honor a los recién canonizados San José Gregorio Hernández y Santa Carmen Rendiles.
La eucaristía fue presidida por Monseñor Raúl Biord Castillo, Arzobispo Metropolitano de Caracas, en el Santuario de Nuestra Señora de Coromoto, ubicado en la parroquia El Paraíso.
Monseñor Biord, dirigiéndose a una multitud de fieles, declaró que el país vive una «fiesta monumental de fe y esperanza».
«Aunque no estamos en el Estadio Monumental, vivimos una verdadera fiesta monumental, porque Venezuela, de ahora y para siempre, es tierra de santos”, expresó el prelado.
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Símbolo de santidad nacional
El Arzobispo Biord explicó la elección del Santuario de Coromoto para la celebración, destacando la conexión geográfica y espiritual con la nueva santa:
«Esta parroquia… representa un espacio sagrado para nuestra fe. Y hoy tiene un significado especial, porque la Madre Carmen [Rendiles] nació, creció, estudió y vivió aquí, en El Paraíso”, dijo Monseñor Biord, quien también hizo referencia a que ambos ya habitan en el «paraíso celestial».
Biord elogió la decisión del Papa, que regaló a Venezuela en el Año Jubilar a sus primeros santos: «un médico y una religiosa, un hombre del pueblo y una mujer de oración».
Servicio y Paz
En su homilía, Monseñor Biord recordó a los fieles que la santidad no es un privilegio, sino un camino de constancia que exige superar la «mediocridad y la indiferencia».
El prelado subrayó que la verdadera santidad se manifiesta en acciones concretas y cívicas: «Ser santo es promover la vida, consolar, sanar, perdonar, construir paz, respetar la libertad y los valores democráticos.»
Para finalizar, el Arzobispo Biord citó al Papa León XIV y concluyó con un llamado a la acción
«Inundemos a Venezuela de santidad y esperanza… Solo así, con gestos concretos de amor, construiremos la Venezuela que Dios sueña para su pueblo, una patria de paz, justicia y esperanza.»
Con información de Globovisión
