Las autoridades de esta casa de formación, con 52 años de trayectoria, recordaron seguir esperando la atención gubernamental
Lo que sería una asamblea de estudiantes de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), para tratar varios temas, entre ellos el carnet, transporte y el de abandonar la sede de la IPM sur, para ver clases en el edificio de Postgrado de La Floresta, dio paso a una controversia entre bachilleres de esta casa de formación, a la que también autoridades y representantes sindicales emitieron su opinión.
En el desarrollo de la convocatoria para el miércoles 8 de marzo, en la plaza central, el Centro de Estudiantes, representado en esa oportunidad por Mario Mendoza, expuso el uso de varias aulas de la otra sede, en total 22, que están en mejores condiciones que la ubicada en la avenida Raúl Leoni, la cual fue destrozada por la delincuencia durante el confinamiento por la emergencia sanitaria de la COVID-19.
Algunos de los presentes vieron favorable la propuesta, pero según la contraparte, sería dejar en el abandono por completo la institución que por 52 años ha formado profesores en Monagas y todo el oriente del país y sería «esquivar responsabilidades del Estado, en atender la universidad» según lo expresado por Yonathan Caripe, estudiante y concejal.
Al respecto, Mendoza aclaró que «es para humanizar el hecho educativo. Las condiciones aquí son deplorables y no tenemos ni agua. Esos detalles pedimos que se discutan con las autoridades para llevar la propuesta al Gobernador».
«Mientras se hacen trabajos en la sede principal, tenemos espacios idóneos en La Floresta; pero seguimos viendo clases en el piso y plazas. El Gobernador mostró su intención de ayudar al pedagógico», agregó el dirigente, al mencionar ya haber sostenido un encuentro con Cosme Arzolay, organizador del PSUV en Monagas, para realizarle tal planteamiento.
En este sentido, Neida Montiel, decana encargada, expresó que «independientemente de las condiciones del instituto, esta es nuestra casa de estudios, estamos luchando y resistiendo junto a estudiantes, profesores, y obreros para levantar la institución».
Por último, el presidente de Aproupel Maturín, Hernán Azócar, manifestó «respaldamos de manera institucional la gesta histórica que hacen nuestras autoridades por mantener esta casa como centro de formación, emporio para capacitarnos y formar más profesionales de la docencia. No podemos permitir que ningún gobierno siga atropellando la educación, a la UPEL y a todas las universidades del país».