Hoy se cumplen 11 años del fallecimiento de Roberto Gómez Bolaños, el guionista, actor y productor mexicano que se inmortalizó bajo el seudónimo de «Chespirito«. Su partida, ocurrida el 28 de noviembre de 2014 a los 85 años en Cancún, México, dejó un vacío en el mundo del entretenimiento, pero consolidó un legado de humor blanco y familiar que sigue más vivo que nunca a lo largo de América Latina y el mundo.
A 11 años de su ausencia física, es imprescindible recordar y celebrar su extraordinaria contribución a la cultura popular. Creador de personajes entrañables como El Chavo del 8, El Chapulín Colorado, El Doctor Chapatín, Chaparrón Bonaparte y El Chómpiras, Chespirito logró trascender generaciones y fronteras. Sus programas se han transmitido en más de 90 países y se han doblado a más de 50 idiomas.
La obra de Roberto Gómez Bolaños no solo provocó risas, sino que también exploró temas de amistad, inocencia, nobleza y las complejidades de la vida cotidiana a través de la comedia. Su habilidad como escritor le valió el apodo de «Chespirito«, un diminutivo castellanizado de Shakespeare, otorgado por el director de cine Agustín Delgado, reconociendo su talento para escribir guiones prolíficos.
Su funeral, que incluyó un emotivo homenaje en el Estadio Azteca de la Ciudad de México, demostró la profunda conexión que el artista mantuvo con el público. Hoy, su memoria perdura en la frase que se ha convertido en un mantra cultural: «Sin querer queriendo».
A once años de su partida, la herencia de Roberto Gómez Bolaños sigue inspirando y entreteniendo, asegurando que su «nobleza obliga» y su humor sigan siendo un faro de alegría para millones.