Alrededor de 132 estudiantes de las 14 especialidades que imparte la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, ubicada en Maturín, están en desacuerdo por el espacio que les asignaron para la graduación, ya que se encuentra en un estado no apto.
Los ahora graduandos denunciaron que el lugar asignado es un auditorio que está, según ellos, abandonado en la sede de posgrado, situado en La Floresta, el cual no cuenta con baños, tiene filtraciones en las paredes y el techo, y además no tiene electricidad.





Gloriannys Requena, quien se gradúa de la especialidad de Lengua y Literatura, menciona que el pasado jueves 4 del presente mes le pasaron una carta explicativa al decano de la institución, Robin Ascanio, donde le pedían una reunión para realizar el cambio, sin embargo, afirma que hasta la fecha no han recibido respuesta por parte del decano.
“La graduación está pautada para el 15 del presente mes, hoy 9 de diciembre se nos convocó a una asamblea para escoger los paquetes de grado, pero lejos de eso, nosotros decidimos venir para manifestar el descontento, ya que este espacio donde ellos quieren hacer el acto de grado no está en condiciones. Este lugar no tiene seguridad, está en abandono y ellos pretenden recuperarlo, pero no llega ni al 20 %”, asegura.
Asimismo, resaltó que cancelaron 70 dólares de aranceles, distribuidos en $56 que van a la sede rectoral en Caracas y $14 al instituto regional. Agrega que hasta ahora el decano no se ha acercado a los estudiantes para hablar y llegar a un acuerdo, por lo que le hacen el llamado directamente.






Llamado de atención al decanato
“Le hacemos un llamado al profesor Ascanio para que nos dé la cara. Necesitamos que antes que transcurran las 48 horas de este martes 9 de diciembre, podamos conversar con él y llegar a un acuerdo. Ya hemos pasado una carta y nada que nos responde”.
Ante esta situación, los estudiantes se organizaron y comenzaron a buscar otro espacio y, aunque hubo controversia, por fin encontraron uno en una iglesia que está en la avenida Libertador, que señalan que les están prestando y no necesitan pagar para realizar este acto.




“Queremos una respuesta y también dejamos en claro que si a nosotros no nos dan respuesta del cambio de lugar, nosotros, los graduados de la segunda promoción de la UPEL en Maturín, lamentablemente no pretendemos asistir al acto porque han hecho esta actividad en otros espacios mejores y no aceptamos este espacio”.
Agregan que la universidad pasó una solicitud al Esem de PDVSA, pero le notificaron que para el 15 estará ocupado. En el auditorio de la Lotería de Oriente y La Casa de la Cultura Inícita Aceituno no tiene la capacidad que supere las 500 personas que necesita la UPEL.
Reiteran el llamado para que desde el decanato de la universidad se pueda solventar esta situación y poder llegar a un acuerdo de cambiar el lugar que sea digno para la graduación de los 132 estudiantes.
Fotos/Juan Goitía