La Comisión de Protección de Datos de Irlanda lanzó la campaña “Pause Before You Post” para advertir sobre los riesgos del sharenting, la práctica cada vez más extendida de que los padres compartan fotos y datos personales de sus hijos en redes sociales sin medir las consecuencias a largo plazo.
Según el organismo, hoy los adultos publican en promedio 63 imágenes mensuales de sus hijos. Lo inquietante es que solo 20 fotos alcanzan para que un sistema de inteligencia artificial genere un deepfake creíble del menor.
La campaña revela un dato aún más alarmante: la mitad de las fotos de niños que circulan en foros criminales provienen de publicaciones hechas originalmente por sus propios padres. No se trata solo de contenido robado, sino de material compartido públicamente sin reparar en su futura reutilización.
El mensaje central apunta a los detalles “inocentes” que muchas veces aparecen en una imagen —el nombre del niño, su cumpleaños, el uniforme escolar, los horarios o la presencia de amigos— y que pueden convertirse en insumos para algoritmos capaces de reconstruir patrones de vida, hábitos e incluso ubicaciones.
En un contexto donde la tecnología avanza más rápido que los marcos de protección infantil, la campaña subraya que cada foto subida a internet se transforma en un dato permanente, replicable y potencialmente manipulable, incluso años después de haber sido publicada.
La iniciativa invita a las familias a reflexionar antes de publicar y a preguntarse qué tan necesaria es cada imagen que suben de sus hijos.
Vía Diario Primera Edición