Francia quedó conmocionada tras conocerse el caso de un niño de apenas 9 años que sobrevivió por casi dos años completamente solo, luego de que su madre lo abandonara para irse a vivir con su pareja a apenas cinco kilómetros de distancia.
El menor continuó asistiendo al colegio todos los días, obteniendo buenas calificaciones y presentándose siempre limpio y cuidado. Esa rutina impecable hizo que nadie sospechara que vivía sin compañía adulta, en una casa sin electricidad, calefacción ni agua caliente.
Supervivencia cotidiana
Para alimentarse, el niño recurría a conservas, pan y tomates cultivados en el jardín. En los días más fríos, se protegía envolviéndose en mantas y sacos de dormir, demostrando una sorprendente capacidad de resistencia frente a condiciones extremas.
La situación salió a la luz cuando los vecinos, alertados por la soledad prolongada del menor, decidieron denunciar. La madre fue detenida y posteriormente condenada por abandono, en un proceso que generó amplio debate en la opinión pública.
Debate nacional
El caso reabrió la discusión sobre los fallos en el sistema de protección infantil en Francia. Expertos y organizaciones sociales cuestionaron cómo un niño pudo permanecer tanto tiempo sin supervisión sin que las instituciones detectaran señales de alerta.
La historia del menor, que logró mantener una vida escolar normal pese a la precariedad en su hogar, se convirtió en símbolo de la necesidad de reforzar los mecanismos de vigilancia y apoyo a la infancia en riesgo.
Vía El Regional del Zulia