La prevención de quemaduras por fuegos artificiales se ha convertido en una prioridad absoluta para el cierre de año.
A pesar de las restricciones locales y los esfuerzos institucionales, la venta y uso de estos productos persiste, elevando el riesgo de accidentes graves que afectan, principalmente, a menores de edad.
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1. Cumplimiento de la normativa legal
Es fundamental que la ciudadanía cumpla con los decretos vigentes que prohíben la venta, distribución y uso de pirotecnia. Estas normativas no son arbitrarias; su objetivo principal es disminuir las cifras de:
- Quemaduras de distintos grados.
- Incendios estructurales y forestales.
- Contaminación acústica y ambiental.
2. Medidas de seguridad fundamentales
Si bien la recomendación principal es no comprar ni utilizar explosivos, en caso de contacto con ellos es vital seguir estas pautas de seguridad:
- Supervisión estricta: Mantenga a los niños alejados de cualquier artefacto. Nunca permita que los manipulen.
- Superficies adecuadas: Use pirotecnia solo en áreas abiertas y superficies planas.
- Distancia de seguridad: No agarre los artefactos con las manos ni los acerque al cuerpo.
- Preparación para emergencias: Tenga siempre a mano un balde con agua o un extintor.
- Consumo responsable: Evite ingerir alcohol si va a manipular cualquier tipo de pirotecnia.
3. Primeros auxilios ante una quemadura
En caso de que ocurra un accidente, la rapidez en la respuesta es determinante para la recuperación de la víctima. Siga estos pasos:
- Enfriamiento: Si la quemadura es leve, coloque la zona afectada bajo un chorro de agua fría o tibia durante 10 a 20 minutos.
- Protección: Cubra la herida con una gasa estéril o, en su defecto, un paño limpio para evitar infecciones.
- Atención médica: Traslade a la persona herida de inmediato a un centro de salud u hospital para una evaluación profesional.
Nunca aplique remedios caseros (como cremas, aceites o mantequilla) sobre la herida, ya que esto puede empeorar la lesión.
Con información de El Universal
