A pesar de los esfuerzos de la Alcaldía de Maturín por implementar un plan de movilidad y reordenamiento del transporte, la efectividad de los corredores viales se encuentra actualmente totalmente perdido.
Ciudadanos y trabajadores del volante denuncian que la falta de cumplimiento de las normas de tránsito está devolviendo el caos a las principales arterias viales de la ciudad.
El plan municipal diseñado para el despeje de obstáculos y la mejora de la fluidez en avenidas críticas como la Bolívar, Miranda, Juncal y Orinoco, parece estar perdiendo terreno frente a la desobediencia de conductores que ignoran la prohibición de estacionar en zonas restringidas.





Los transportistas, especialmente de las rutas 23 y 100, manifiestan su preocupación por el retroceso en la movilidad.
Aseguran que la avenida Miranda, que en un principio mostró mejoría tras la activación del corredor, se ha vuelto a transformar en un «estacionamiento público».
«La avenida Miranda ya no es una vía de tránsito, es un estacionamiento para compradores. Esto retrasa nuestras vueltas, aumenta el consumo de combustible y genera un estrés innecesario tanto para el conductor como para el pasajero», señaló Eulices Romero, transportista.