
Entre 30 y 35 hombres y mujeres venden repuestos y demás «corotos» en las cercanías del Mercado Viejo
Desde un clavo en 2,50 bolívares, hasta motores para lavadoras o neveras en 15 dólares, ofrecen los denominados «agachaítos» en el Mercado Viejo de Maturín. Sus ofertas son consideradas una solución para compradores de repuestos, quienes aseguran que en las ferreterías los precios son muy elevados.
Explicaron que la definición de «agachaítos» obedece a que pasan todo el día agachados esperando a los compradores para ofertar su mercancía.

El origen de estas piezas son de familiares, amistades o compras que realizan en un menor precio, para ellos poder ofertarlos a los ciudadanos que andan en búsqueda de ofertas.
José Yendis, uno de los vendedores, explicó que desde hace 5 años se encuentra trabajando en ese lugar, al igual que sus compañeros, unos 30-35 personas entre hombres y mujeres, quienes a través de sus ventas pueden solventar sus alimentos y diferentes gastos.
Una de las limitantes de estos trabajadores es la falta de espacio para resguardarse de la lluvia o el inclemente sol, por lo que piden a los entes gubernamentales involucrarlos en sus planes de gobierno y beneficiarlos con locales, cubículos o créditos para reforzar los servicios que ofrecen a los maturineses.