
Comerciantes del Mercado Viejo de Maturín, en el sector Centro de la ciudad, reportaron un foco de contaminación que se extiende hasta la calle Monagas, por un bote de aguas residuales que corre libremente por la cuneta.
Manifiestan estar cansados de tener que lidiar con esta situación, que los expone a enfermedades de las vías respiratorias y de la piel, así como de perder mercancía al absorber los fétidos olores.
Aseguraron haber denunciado la situación ante una comisión de Polimonagas, puesto que las aguas negras provienen de una tubería de un reconocido establecimiento, y pidieron en ese momento coadyuvar para eliminar el bote.

Sin embargo, un comerciante que prefirió no identificarse para evitar algún tipo de represalia dijo que «la respuesta que recibimos fue que cada quien estuviese pendiente de su puesto, que no nos metiéramos en eso».
«Esto genera molestia porque hay días que los olores son insoportables y ni los clientes se quieren acercar a comprar algo», acotó.
Por su parte, César Velázquez, otro de los comerciantes, manifestó que «deberia darse solución pronto a esto, estamos en un espacio donde se venden alimentos y estos olores no son nada favorables. Este bote de aguas atrae mucha plaga e insectos».
Finalmente, Petra Salazar, usuaria de este centro de abastecimiento, comentó que «las autoridades deben atender esta situación, todos corremos riesgo, tanto el que vende como el que compra; al cruzar la calle cualquiera puede resbalar y bañarse con esas aguas».
Fotos: Osmel Rodríguez