El chocolate es un alimento no permitido en perros ya que puede resultar tóxico. Este dulce alimento contiene teobromina, un componente que los perros no metabolizan bien y que, por lo tanto, su organismo puede llegar a alcanzar altos niveles de intoxicación como consecuencia. Sin embargo, dependerá del tipo de chocolate, de la cantidad tomada y del tamaño del animal.
Exactamente es la teobromina el componente que resulta tóxico para los perros ya que, aunque los humanos lo metabolizan sin problema, los perros lo hacen lentamente, lo que puede llegar a provocar la acumulación en el organismo y, como consecuencia, una posible intoxicación si se producen los niveles necesarios.
Así, un perro de tamaño grande podrá ingerir mayores cantidades de chocolate que un perro pequeño sin experimentar efectos secundarios. Además, es importante diferenciar los niveles de teobromina presentes en cada tipo de chocolate ya los más peligrosos suelen ser el cacao en polvo, el chocolate puro, sin azúcar y el chocolate negro. El blanco y con leche, los menos peligrosos.
Es cierto que, si la cantidad tomada es pequeña, puede que el animal solo sienta malestar estomacal. En casos más graves puede experimentar vómitos o diarrea. Sin embargo, si la cantidad es superior, la teobromina puede llegar a causar efectos secundarios más graves como temblores musculares, aceleración del ritmo cardiaco, convulsiones e incluso hemorragias internas.
En caso de que creas que tu perro ha comido una cantidad de chocolate que pudiera resultar peligrosa, es fundamental acudir al veterinario cuanto antes para encontrar la mejor manera de evitar consecuencias. Recuerda que cuanto más oscuro y amargo, más peligroso puede llegar a ser.
Con información de Ronda