La culebrilla o herpes zóster es un virus, que clínicamente se le conoce como varicela. Una vez de haber estado en contacto con este virus y pasada la infección, migra por las terminaciones nerviosas desde la piel hacia el ganglio, donde permanece latente.
En el momento que se activa o despierta el virus, se desarrolla en la piel en determinadas situaciones, dando lugar al herpes zóster o culebrilla.
Es un virus que presenta un cuadro autolimitado y que se cura espontáneamente en una o dos semanas. Pero en algunos casos puede persistir una neuralgia postherpética de duración variable.
Entre los síntomas que puede presentar una persona con culebrilla está el dolor o picor cutáneo, generalmente en el área del tronco. Presentando enrojecimiento del área de 4 a 5 días después.
En estas áreas se podrán apreciar pequeñas bolsitas o ampollas agrupadas. Siendo esta etapa de alto contagio, ya que dentro de estas pequeñas vesículas se encuentra el virus.
Una vez secas las ampollas, etapa que ocurrirá aproximadamente una semana después de su aparición, se formará un costra que caerá con el tiempo. Pudiendo dejar en algunas ocasiones pequeñas cicatrices residuales.
Dile adiós a la culebrilla
Ya que este virus siempre estará latente en el cuerpo, lo recomendable es llevar una vida con una dieta balanceada, cargada de vitaminas, minerales, antioxidantes y proteínas. Igualmente, deberás ingerir alimentos con ácidos graso para reforzar el sistema inmunológico.
Pero como complemento tenemos algunas alternativas naturales que te ayudarán a aliviar las vesículas, el dolor, picor y ardor de la piel.
Compresas
Podrás valerte de dos tipos de compresas, las frías y las tibias.
En el momento que notas que comienzan a aparecer las ampollas o llagas deberás aplicar las compresas tibias. Estas te podrán ayudar a que las vesículas lleguen sin presentar dolor.
Para estas, puedes llenar una media de algodón con arroz, y calentarlo en el microondas. Estando tibias te las colocas sobre las lesiones.
Si por el contrario tu caso es que ya presentas las ampollas y tienes hinchazón, para ti so las compresas frías. Estas reducirán la inflamación. Solo aplica hielo, envuelto en una toalla suave y limpia, sobre la zona afectada, cada vez que lo necesites. Esto puede ser cada 4 horas aproximadamente.
Bicarbonato
Ingrediente milagroso que sirve para muchas dolencias. Para el caso de la culebrilla, moja un poco de algodón e imprégnalo de bicarbonato de sodio puro. Aplica sobre las fístulas para que sequen.
Puedes aplicar dos veces al día, de manera que el proceso sea más rápido.
Almidón
El almidón de maíz es otro ingrediente que te permitirá acelerar el proceso de secado de las ampollas, además de que aliviará la picazón.
Al igual que el bicarbonato, humedece un algodón y llénalo de la fécula de maíz. Luego aplica sobre la piel varias veces al día.
Ajo
Es conocido que el ajo posee propiedades antivirales. Y combatir las cepas del herpes utilizando ajo está comprobado que es muy efectivo.
Machaca en un mortero un diente de ajo y cuando esté cremoso mezcla con un poco de aceite de oliva para crear una fina pasta. Coloca esta pasta sobre el herpes tres veces al día.
Vinagre de sidra de manzana
Entre las bondades de este vinagre se encuentran sus propiedades antiinflamatorias y antivirales.
Solo deberás mezclar una parte de vinagre de sidra de manzana con tres partes de agua tibia, y aplicar en la zona con dolor, prurito e inflamación.
Con información de 2001.