Han sido muchos los planes y proyectos anunciados para la recuperación y reactivación de los espacios, y hasta ahora solo son promesas por cumplir
Las edificaciones donde antes funcionaban oficinas de la gerencia estadal y municipal, salas de estudios, recreación y talleres de reparación, se han convertido en el refugio y hogar de algunas familias, mientras que grupos de sujetos irregulares han tomado dichos espacios como guarida para evadir comisiones o procedimientos policiales.
En la ciudad de Maturín se pueden contabilizar varias estructuras en condiciones de abandono y llenas de basura, como si se tratara de un pueblo que dejó de ser habitado hace muchísimos años.
Estos lugares están en pleno casco central, en vías transitables y de fácil acceso, como en el caso del antiguo Plan Salud, en la avenida Carnevalli del Sector Las Avenidas, donde recientemente abusaron de una niña de 9 años; así como la Secretaría de Desarrollo Social en la avenida Miranda con Orinoco; Talleres Municipales en la Libertador; Biblioteca Julián Padrón y Cine Rialto.
Recientemente, la alcaldesa Ana Fuentes informó sobre la recuperación de infraestructuras de la ciudad sin dar mayores detalles de este plan.
«Estamos haciendo una evaluación de distintos sectores para llegar a una programación que nos permita atender estos problemas», se pudo leer en una nota de prensa.
El techo de un grupo de familias
El abandono por el traslado de la principal sala de estudios de la entidad: la Biblioteca Julián Padrón, fue de provecho para un grupo de personas que se metieron a vivir en el lugar, donde además según los vecinos, se registran muchas situaciones irregulares.
El 13 de febrero del 2020, un hombre que tenía poco tiempo residenciado en la sala de lectura fue asesinado con un arma blanca, al frente de una joven madre y su hija.
Un caso similar sigue ocurriendo en las instalaciones del Centro Comercial de Los Buhoneros, detrás del Terminal de Pasajeros. Aquí viven personas que han llegado de otras ciudades y que alquilaban un cuarto; pero al quedarse sin trabajo y dinero se organizaron para cuidarse unos con otros. Por su parte, adjudicatarios reportan el aumento de robo en sus locales y responsabilizan de los hechos a estas personas.
El emblemático Cine Rialto, otra de las joyas que llenaban de orgullo a maturineses, hoy se sostiene sobre ruinas, dando abrigo a una familia.
Escondite para delincuentes
Asimismo, los Talleres Municipales no solo fueron desmantelados, sino que también sus terrenos se transformaron en baños públicos y vertederos de basura, en un sitio de escondite para quienes azotan a las comunidades cercanas y todo aquel que transita caminando en horas de la noche por la avenida Bicentenario.
Fotos: Osmel Rodríguez
