Los ecuatorianos elegirán el 20 de agosto un nuevo presidente, que conducirá los destinos de la nación desde noviembre de 2023 hasta mayo de 2025 y también escogerán a los 137 integrantes de la Asamblea Nacional. Unos 13,4 millones de ecuatorianos están habilitados para votar y podrán concurrir a ejercer su deber cívico hasta las 17:00 hora local (20:00 GMT). En caso de que ningún candidato obtenga 50% más uno de los votos válidos, o 40% de los votos y diez puntos de diferencia sobre el segundo, habrá balotaje, que se disputará el 15 de octubre.
Estas son las primeras elecciones extraordinarias realizadas en el país luego de la aprobación de la Constitución de 2008, que estableció la herramienta constitucional de la «muerte cruzada» a la cual apeló el presidente Guillermo Lasso para evitar un juicio político, mientras que Ecuador vive la mayor crisis de seguridad de su historia.
Migrantes ecuatorianos denuncian a través de redes sociales que no logran acceder a la plataforma digital del Consejo Nacional Electoral (CNE) para poder ejercer el voto telemático y exigen al ente electoral que garantice su derecho a participar en las elecciones.
Previamente a los comicios, los migrantes habían exigido que se habilitaran los recintos electorales en los países donde viven más ciudadanos ecuatorianos, tomando en cuenta la experiencia del 5 de febrero pasado, cuando también se registraron problemas en el sistema.
El ente electoral informó, sin embargo, que el sistema para el voto telemático «funciona con normalidad».
«Los compatriotas empadronados fuera del país pueden inscribirse durante toda la jornada y sufragar a través de un dispositivo con acceso a internet», precisó el órgano electoral.
El candidato presidencial por la alianza Actuemos (centro derecha) Otto Sonnenholzner votó en las elecciones y manifestó su convicción de pasar a un eventual balotaje.
«Los ecuatorianos nos tienen en segunda vuelta, porque reconocen la decencia, porque reconocen la capacidad. Gracias a todos, hoy marcaremos la historia», aseveró.
En declaraciones a medios locales, Sonnenholzner afirmó que llegó el día para el cual tanto se ha preparado para servir a su país «con honestidad, valentía, determinación y sin improvisar».
Añadió que una vez más está «poniendo el pecho a esta crisis» para que Ecuador pueda superar los momentos que vive, en medio de la inseguridad que afecta al país y de la cual él fue testigo el sábado, cuando se registró una balacera cerca de donde se encontraba con su familia.
Dijo estar contento con «una campaña sana, con una campaña limpia, sincera, honesta que va a dar resultados hoy y que va a permitir cambiar a este país, cambiar las cosas» para la población.