Héctor Rusthenford, alias «Niño Guerrero», nació en Maracay (Aragua) en diciembre de 1983. Con 17 años de edad ya era señalado de estar involucrado en el microfratico de drogas y denunciado por agredir a efectivos policiales.
En 2012, escapó de la prisión, y un año después lo atraparon en el estado de Lara, donde asaltaba casas. Aunque estaba recluido desde entonces, en 2015 fue visto durante una fiesta realizada en el barrio de Maracay, que se encuentra controlado por «El Tren de Aragua».
Actualmente «Niño Guerrero» purga una condena de más de 17 años por delitos de homicidio, tráfico de drogas, fuga de detenidos, aprovechamiento de cosas provenientes del delito, falsificación de documentos, ocultación ilícita de arma de fuego y ocultación de municiones, ocultamiento de arma de guerra y asociación para delinquir.
También se le culpa por usurpación de identidad, aprovechamiento de vehículo proveniente del robo y hurto, cambio ilícito de placas de vehículos automotores.
La sentencia, según la reseña de El Nacional, citando a El tiempo de Colombia, está signada bajo el número 151, con fecha del 30 de octubre de 2017, fecha en la que estableció Tocorón como centro de reclusión.
Creación de El Tren de Aragua
El Tren de Aragua fue fundado en 2013 por José Álvarez Rojas, alias «Chino Pradera», muerto en 2016 durante un fuerte enfrentamiento con la policía.
El Tren de Aragua nació con el chantaje a internos como primer negocio y luego diseñó una estructura jerárquica alrededor de los líderes en el centro penitenciario, que replicó en el exterior. La crisis migratoria fue la herramienta utilizada por la organización para extenderse por Sudamérica, donde creó redes y se apropió de pasos fronterizos no habilitados a través de la coacción, el chantaje y de la corrupción.
A los 21 años, Guerrero asesinó al policía Oswaldo Castillo y ahí comenzó su ascenso en el mundo criminal, alcanzado ser la cabecilla de la organización.