Cuando se forma una coágulo de sangre en una vena de la pierna se interrumpe el flujo normal de sangre hacia el corazón.
La sangre que va desde el corazón hacia los pies circula por las arterias. Una vez en el pie, a través de los capilares, la sangre vuelve por las venas hacia el corazón. Y del corazón a los pulmones, para oxigenarse. Cuando la sangre se coagula en el interior de una vena impide su retorno hacia el corazón, entonces la sangre se acumula en la pierna y por esto se hincha y duele.
La trombosis en el interior de una vena profunda es un fenómeno que podríamos comparar al de la leche cuando se convierte en yogur: la sangre se solidifica y dificulta o impide su circulación habitual.
Como la sangre en el interior de las venas va siempre hacia el corazón, y de ahí a los pulmones a través de las arterias pulmonares, cuando un trombo venoso se rompe y se desengancha de la pared de la vena donde se ha formado va a parar en última instancia a las arterias de los pulmones. Una vez allí ocluye el interior de una o más arterias pulmonares, y en esto consiste la embolia pulmonar (EP).
La localización más frecuente de trombosis venosa se produce en las venas profundas de las piernas y cuando da síntomas acostumbra a producir dolor e hinchazón de la pierna afecta.
La llamamos trombosis venosa profunda (o TVP) porque afecta a las venas profundas de las extremidades, no a las venas superficiales. En algunas ocasiones la trombosis afecta a las venas de los brazos o algunos de los órganos internos.
Con información de 800Noticias.